ECLESIÁSTICO 35, 15-17 y 20-22
EclesiásticoEl Señor es un Dios justo, que no puede ser parcial.
No es parcial contra el pobre,
escucha las lágrimas del oprimido.
No desoye los gritos del huérfano
o de la viuda cuando repite su queja.
Sus penas consiguen su favor
y su grito alcanza las nubes.
Los gritos del pobre atraviesan las nubes
y hasta alcanzar a Dios no descansan.
No ceja hasta que Dios le atiende
y el juez justo le hace justicia.
Para releer el comentario de José E. Galarreta, pinche aquí