2 REYES 5, 14-17
ReyesEn aquellos días, Naamán el sirio bajó y se bañó siete veces en el Jordán, como se lo había mandado Eliseo, en nombre de Dios, y su carne quedó limpia de la lepra, como la de un niño. Volvió con su comitiva al hombre de Dios y se le presentó diciendo:
- Ahora reconozco que no hay Dios en toda la tierra más que el de Israel. Y tú acepta un presente de tu servidor.
Contestó Eliseo:
- Juro por Dios a quien sirvo que no aceptaré nada.
Y aunque le insistía, lo rehusó. Naamán dijo:
- Entonces, que entreguen a tu servidor una carga de tierra que pueda llevar un par de mulas; porque en adelante tu servidor no ofrecerá holocaustos ni sacrificios de comunión a otro Dios que no sea "el Señor".
Para releer el comentario de José E. Galarreta, pinche aquí