PUNTOS DE REFLEXIÓN (Lc 1, 26-38)
Mari Patxi AyerraOfrecemos estas preguntas para que
nos interpelen a nivel personal
y nos sirvan de base para compartir nuestras vivencias
en una homilía participada con la familia o la comunidad.
A los seis meses el ángel Gabriel fue enviado por Dios a Nazaret, a una virgen desposada con un joven, José. Ella se llamaba María: *Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres. Ella se turbó y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios y concebirás y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús...
... María contestó: Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.
¿Cuántas veces me ha sorprendido el Señor con alguna propuesta extraña? ¿Cuál suele ser mi respuesta? ¿Me dejo sorprender por El o estoy a la defensiva? ¿Le tengo miedo o siento disponibilidad?
Interiorizo la respuesta de María: "Hágase en mí según tu palabra", la voy respirando para que se haga parte de mi vida y de mi forma de ser o responder a Dios. Voy recorriendo parcelas de mi vida o de mi persona y le voy respondiendo a Dios igual que María... hágase...
Como comunidad o familia protestamos ante los designios de Dios o los cambios en la vida cotidiana? ¿Tenemos la actitud de María, de dejar que lo que pasa, pase, o nos quejamos y protestamos, dándonos pena y reclamando la compasión de los demás?
Oro para que del fondo de mi corazón brote, ante todo lo que me vaya ocurriendo en la vida, la misma respuesta de María. Oramos por lo mismo en comunidad o en familia, compartiendo aquellas veces que nos ha sido difícil aceptar a Dios y sus cambios de planes, o lo que rechazamos en estos momentos de nuestra historia personal o comunitaria y familiar.