"NOSOTRAS YA NO SOMOS UNAS NIÑAS"
LCWR
I
Muchas gracias. Para citar a Shakespeare en La duodécima Noche: "No puedo contestar más que decir gracias, Y gracias, y siempre gracias." (3 acto, esc. 3)
Es un honor muy lindo recibir este honor de ustedes, mujeres fieles con quiénes comparto la vocación de ser religiosa en la iglesia de hoy. Son verdaderamente mis hermanas! Hubieran podido escoger de entre tantas otras religiosas en puestos de liderazgo hoy día en tantos varios lugares. Estoy maravillada de este honor que me ofrecen y me siento humilde al juntarme a otras que han recibido este honor en el pasado.
Un saludo a mi hermana Susan y mi cuñado Stephen que están con nosotras esta noche de Oregon, tan bien como a mi amiga querida Cathy Hilkert OP de la Universidad de Notre Dame y a otros buenos amigos y miembros del equipo de Liderazgo de Brentwood.
Este premio es por el liderazgo que he ejercido en el ministerio de la teología. En realidad nunca me hubiera hecha teóloga si no fuera por la líderes de mi propia comunidad religiosa. Esta vocación dentro de una vocación no aparecía en mi radar. Pero la Madre Inmaculada María me mandó a sacar una maestría y las superioras siguientes me mandaron a sacar mi doctorado y me ayudaron discernir si debía aceptar una facultad en la Universidad Católica. Ellas pensaban que la iglesia necesitaba a mujeres para enseñar teología y asintieron a mi interés. El cuidado que me ofrecieron nuestras líderes ha sido sin parar desde aquellas primeras hasta nuestra Presidenta actual Helen Kearney que recientemente me ofreció su apoyo público.
Podemos dar un ejemplo para representar a todos. Cuando traté de obtener un puesto permanente en la Universidad Católica, toda la facultad me aprobó positivamente. Pero había dudas en cuanto al resultado porque unos obispos no aprobaron un artículo que yo había escrito. Pensé renunciar mi puesto en vez de pasar por el proceso arduo de las interrogaciones. En una carta que guardo siempre en mi biblia, nuestra Superiora General la Hermana John Raymond Mc Gann me aconsejó seguir adelante: "No hagas esto si te mata. Pero trata de encontrar la alegría en la cruz de la crítica. No trates de ser tan ortodoxa, salvo que le quitas importancia al ministerio del teólogo y te pierdes. La verdadera victoria es tu integridad." Y en una nota bene: "Pon más dinero en tu presupuesto para divertirte." [Obtuve el puesto permanente].
No estuviera acá sin esas mujeres. Como líderes imaginaron y me animaron a entrar en el ministerio de la teología. A través de los momentos difíciles y fáciles dirigieron hacia mí el apoyo de la comunidad en maneras espirituales y prácticas. No menosprecien nunca su influencia como líderes elegidas.
II.
Una palabra sobre mi trabajo. Encuentro este trabajo de teología interesante, difícil y maravilloso en la iglesia. Hace 1000 años Anselmo dijo que la teología era :"la fe buscando la comprensión." Arraigadas en la tradición cristiana y armadas de herramientas eruditas, las que pertenecemos al gremio teológico pensamos en la significación de la fe y como se practica. El propósito es aclarar más el Evangelio, para poder vivirlo con una comprensión más profunda y con el amor vibrante de Dios y del prójimo. Mis estudios han incorporado muchos asuntos, tales como el lenguaje sobre Dios, la significación de Jesús, la comunión de los santos, la evolución y la creación, entre muchos otros. No importa el asunto porque para mí enseñar, escribir y ofrecer intervenciones públicas es siempre una invitación a los estudiantes, los lectores y a los oyentes de "Venir y ver", como lo dice el Evangelio de Juan (JN. 1:39). El Vaticano II enseñó que "La verdad no se puede imponer si no por la virtud de su propia verdad, pues que entra en la mente tranquilamente y con poder a la vez"( DH 1) Entonces, vengan y vean, piensen, hagan preguntas, hagan conexiones, aprendan la tradición, vean personalmente la belleza de la fe, que es una parada en nuestro camino mientras busquemos y vivamos el amor del misterio santo de Dios.
Cada época cultural lleva nuevas preguntas que los teólogos tratan de contestar. Muy temprano me encontré con una pregunta clave cuando me di cuenta de que todos los grandes pensadores que había yo llegado a conocer por mis estudios teológicos eran hombres. Me encantaban muchas de sus perspicacias. Pero ¿Dónde estaban las mujeres ? Me impresionó la falta de sus perspicacias críticas y de su sabiduría espiritual. Inspirada por una generación pionera de teólogas americanas, crecí en mi compromiso a llevar las voces de las mujeres a la mesa. Eso no quiere decir, pensar todo el tiempo en las mujeres. Quiere decir utilizar la dignidad humana de las mujeres como lente para pensar en otros asuntos religiosos y éticos. Quiere decir prestar atención a la pobreza, falta de educación, violencia sexual y otras injusticias que arruinan las vidas de las mujeres. Quiere decir utilizar al nivel teológico lo que promueve el crecimiento de las mujeres en toda su diversidad.
El año que recibí el doctorado y empecé a dar clases en la universidad, este sentido se hizo más fuerte cuando cuatro mujeres de la Iglesia norteamericana fueron asesinadas en El Salvador: Ita Ford, Maura Clarke, Dorothy Kazel, y Jean Donovan. Su valor y su compromiso me impactaron mucho. La chispa de sus vidas me empujó a practicar la teología en un espíritu parecido, atenta a las luchas y las esperanzas de los más necesitados y amenazadas por la violencia.
Obviamente, mi trabajo trata la teología hecha por los hombres y lo hace con un aprecio crítico, pero estoy convencida de que esto no es suficiente para la iglesia de hoy y de mañana. La mitad femenina sumergida de la iglesia, en realidad de la raza humana, se está levantando, y la fe que le pasaremos a la próxima generación será más pobre si no le hacemos caso a las perspicacias de las mujeres.
Al seguir esta senda, yo y otras teólogas preparamos un camino nuevo. Por muchos siglos el estudio de la teología fue reservado a los sacerdotes y visto como parte del deber de la jerarquía de enseñar. No se puede sobre estimar el impacto de Vaticano II que abrió las puertas de los estudios teológicos a los laicos. Aunque los sacerdotes siguen haciendo una teología excelente, una gran variedad de preguntas nuevas, de métodos y de comprensiones están floreciendo ahora, nutrido por las experiencias de los laicos, mujeres y hombres. Interpreto este premio que me dan como una parte de este desarrollo enorme. Con gratitud los acepto para honrar a las mujeres que practican la teología en este espíritu y a los hombres cuyo trabajo identifican la justicia inclusiva.
III.
Normalmente pararía acá pero no sería honesto de mi parte no prestar atención a la crítica de la Congregación de la Fe dirigida a LCWR por ofrecerme este premio. Fíjense que yo no mencionaría esto si el Cardenal Gerhard Mueller no hubiera hecho sus comentarios en público. La CDF ve que este premio es un insulto a los Obispos de los EEUU cuyo Comité sobre la Doctrina criticó mi libro Quest for the Living God (Búsqueda del Dios vivo). De la declaración del Cardenal Mueller parece que ni él ni sus consejeros han leído el libro ni mi respuesta escrita a las preguntas surgidas, sino que dirigieron el juicio del Comité de los EEUU.
Si, criticaron a Quest, pero hasta ahora nadie- ni yo, ni la comunidad teológica, ni los media, ni el público general- sabe cuál es la cuestión doctrinal que están interrogando.
A pesar de los esfuerzos que hice para aclarar el asunto, no me llegó nada, en encuentro cara a cara que pedí nunca tuvo lugar. Parece que el comité redujo la rica tradición católica a un juego de tesis neo-escolares estrechas como una cinta para bebés, pues criticaron el libro porque no estaba de acuerdo con ellos. Pero como dijo Richard Gaillardetz en su discurso presidencial este año a la Sociedad Teológica Católica de América, está equivocada la evaluación de Quest que hizo el Comité. En realidad la declaración del Comité presenta muchas cuestiones de una manera confundida. Critica unas de mis opiniones que están de acuerdo con el Catequismo de la Iglesia Católica. Varias veces reporta lo opuesto a lo que dice verdaderamente el libro, para criticar. Soy responsable de lo que he escrito, pero no de lo que no dije y de lo que no pienso. Juzgo que tal falta de cuidado con la verdad no es digna del oficio episcopal.
El Cardenal Dolan me dijo que la razón por la cual escogieron mi libro es la gran influencia que tiene. Y en realidad, a pesar de la crítica del comité, miles de mensajes me han llegado de gente que encontró que Quest le había ayudado en su propio camino de fe. La ventas subieron enormemente (mi comunidad aprecia los resultados financieros). Siguen haciéndose traducciones en idiomas europeos y asiáticos; ahora mismo se esté haciendo la traducción al alemán. Mi única esperanza era que el libro pudiera ofrecer a los lectores más perspicacias sobre el Dios vivo lleno de bondad en el mismo medio de nuestro mundo que sufre.
Pero de nuevo están atacando a mi pequeño libro sobre Dios y a su autor por razones que dicen ser graves pero que no explican. ¿Qué está pasando? Para tomar prestadas las palabras de Phyllis Trible en su estudio de Eva y Adán, Deje que especule la hembra. Me parece que una reacción negativa a obras teológicas que ofrecen una nueva manera de pensar sobre cuestiones palpitantes se hace automáticamente en ciertos lugares. Se juzga que "esto es dañoso" y se recoge la idea, se amplifica, se acepta y se repite. La reacción opuesta se institucionaliza. Las razones no son claras, pero un sentimiento negativo colorea el ambiente cuando se menciona el asunto.
Este tipo de negatividad institucionalizada aclara un poco la conexión que puede haber entre la crítica de mi libro y la crítica de LCWR. La investigación doctrinal de LCWR prueba un modelo parecido de crítica negativa que se está desarrollando por los decenios recientes. Mientras que hesitan examinar el contexto del punto de vista escolar y de la vida en las declaraciones hechas en las Asambleas de LCWR, la declaración investigadora expresa una falta de satisfacción o de confianza en cuanto a ciertos asuntos. Se juzga de una manera que no se puede expresar con satisfacción. Por la falta de unos análisis cuidadosa, se extiende lo negativo. Nos encontramos los dos cogidos en una situación adversaria que no creamos.
Por su discernimiento cuidadoso LCWR preparó una respuesta que modela públicamente una forma distinta de liderazgo. Su disponibilidad a quedarse en la mesa buscando la reconciliación por medio de una conversación verdadera, y valerosa ha sido un testimonio poderoso para una iglesia dividida y un mundo lleno de violencia. Esto es caro. LCWR está experimentando la verdad de la declaración de Clerissac, "Es fácil sufrir por la iglesia; lo difícil es sufrir a las manos de la iglesia." Sin embargo, a pesar de lo duro que es, persisten, ofreciendo una voz honesta y firme a la sabiduría ganada después de haber vivido mística y profética por muchos años, como lo dijo Pat Farrell el año pasado. Qué gracia es eso en nuestra época.
IV.
¿Qué pasa acá? Deje que esta hermana siga especulando ubicando tres cuadros alrededor de esta situación para mostrar la implicación de fuerzas importantes.
1. Un cuadro histórico: Pudiera indicar las tensiones entre las congregaciones religiosas y la jerarquía que han perdurado por muchos siglos. Eso no es decir que no haya obispos y religiosas que no trabajan muy bien juntos. Pero hay cierta tensión entre un carisma profético que busca una vida radical del evangelio y un carisma administrativo concentrado en el orden. Unos cuentos de conflictos entre unas Madres Superioras y unos Obispos a través del mundo nos dan varios ejemplos; La Madre Mary MacKillop de Australia, inicialmente ex comunicada y más tarde canonizada, es tal vez el ejemplo más claro. Los historiadores ya están escribiendo que la crítica de LCWR es otro capítulo de esta tensión histórica.
2. Un cuadro sociológico: Pudiera presentarles un análisis del poder según el género. La Iglesia no empezó así, pero como institución ha desarrollado una estructura patriarcal en que se ejerce la autoridad de arriba para abajo, y en que la obediencia y lealtad al sistema son las virtudes más importantes. Nunca en la historia de la iglesia ha existido un grupo tan grande de mujeres educadas llevando la misión del Evangelio como existe ahora en el LCWR. En este cuadro la investigación actual de la CDF parece ser un esfuerzo por ciertos hombres en puestos de gobierno a controlar a unas mujeres comprometidas y competentes cuyo discernimiento como cuerpo las hace adultos que creen según su conciencia y que no son más silenciosas ni invisibles.
3. Un cuadro eclesiológico: Me podría concentrar en las varias formas de aceptar la renovación después del Vaticano II. Para poner en práctica los mandatos del concilio las religiosas renovaron sus vidas según el Evangelio y el espíritu de las fundadoras. Por consecuencia avanzaron hacia la periferia, fuera de un centro eclesiástico atestado que llama el Papa Francisco "malsano por ser encerrado, agarrándose a su propia seguridad" (Evangelii Gaudium 49).
Claramente el LCWR y las hermanas que dirige no son perfectos. pero "huelen a ovejas", encarnando una iglesia "que sabe extender los brazos y acoger a todos." Como "un hospital en el campo de guerra para los heridos" se pararon en solidaridad con los pobres, los inmigrados, las mujeres abusadas, personas LGBTQ y aún con la misma tierra herida. De lo que sepa no ha ocurrido otro proceso semejante de renovación posconciliar en la CDF, una oficina interesante al centro de la Curia. Es algo bien conocido que el Papa Francisco fue elegido con el mandato de formar al Curia. Este mandato por supuesto incluye al CDF. Hasta que ocurra tal reforma, la crítica no se puede evitar porque el paso distinto de la renovación ha resultado en maneras distintas de ser iglesia.
V.
Finalmente, Déjenme soñar con otro cuadro más que pudiera desarrollarse, es decir, la diversidad reconciliada para que podamos colaborar mutuamente para el bien del mundo que Dios quiere tanto. Como escribió el Papa Francisco, surgen los conflictos pero pueden hacerse "lazos en una cadena de un nuevo proceso." Esto puede ocurrir solamente si la gente tiene corazones para fabricar la paz y es dispuesta penetrar bajo la superficie para ver a los otros en su dignidad más profunda (EG 227-228)
Gustavo Gutiérrez expresó su admiración de Gerhard Mueller, diciendo como este alumno suyo trabajó muchos veranos con los más pobres en el Perú. ¿Puede hacerse el compromiso obvio de LCWR a los pobres un terreno común de la comprensión? Hasta hoy extiende la mano en amistad, buscando la comunión con el CDF en solidaridad con los marginalizados del mundo. Tal vez el Cardenal Mueller sea capaz de volver a extender la mano de amistad a las religiosas americanas, que le parecen tal vez al principio tan raras como eran los pobres peruanos que son también el pueblo querido de Dios. Sería una bendición para la iglesia si él pudiera encontrar una manera creativa de terminar esta investigación de una forma productiva. Cuando el mundo que sufre tiene tantas necesidades; cuando la autoridad moral de la jerarquía está sangrando por los escándalos financieros y la falta horrorosa de la parte de muchos obispos de no hacer su deber cuando taparon el abuso sexual de niños que sigue en ciertas partes hasta hoy; cuando miles se van de la iglesia; cuando se debe escuchar y vivir la bondad abundante del evangelio de Dios en todas partes; el gasto de tiempo y de energía en esta investigación va contra nuestra conciencia. ¿No sería algo grande ser socios en vez de adversarios para el bien de la iglesia y del mundo?
VI.
Para concluir: Al leer los comentarios de otras personas premiadas noté la costumbre de terminar con una nota de inspiración. En vez de presentar un poema o una oración, les ofrezco una imagen que está en su mesa. Saqué esta fotografía en una calle de Cape Town, África del Sur el 2 de agosto, 1987. Había sido invitada por la Conferencia de los Obispos sud africanos a hablar en su Escuela de Invierno para poner al día a los sacerdotes y obispos sobre unas cuestiones de cristología. El contexto de la foto es político: existía el sistema terrible de apartheid; Nelson Mandela seguía encarcelado; el gobierno había declarado un estado de emergencia; había soldados en la calle y peligro en el aire. Para apoyar la condición violenta existente una mano desconocida, sin duda blanca, había usado una gorda pintura negra para escribir este grafiti: AHORQUEN A MANDELA. Pero espérense- otra persona, probablemente con una mano más oscura, llegó y escribió con lápiz la palabra 'en' entre las dos palabras pintadas.* Esto cambió completamente el sentido del mensaje. Mirando la resistencia del espíritu humano amenazado de daño (hubieran podido arrestar al escritor ), mirando como una persona creativa hizo una bendición de una maldición- esto me ha hecho humilde, me ha gozado e inspirado desde entonces. Guardo este foto en mi escritorio en la Universidad de Fordham y la uso para animar a los estudiantes que pasan por momentos difíciles en sus estudios o en sus vidas. Varios graduados firman sus correos electrónicos con este pequeña preposición.
Muchas gracias al LCWR. En esta fiesta distinguida de la Asunción, en el espíritu de la mujer pobre María cantando de alegría en Dios su Salvador que hace bajar a los poderosos de sus tronos y llena a los hambrientos de cosas buenas- EN!
Nota: en inglés se usa la palabra ahorcar tiene dos sentidos. Uno es el sentido negativo y el otro si se pone la preposición EN después de la palabra hang se convierte en la expresión 'hang in' que quiere decir perseverar o actuar con paciencia.