1 PEDRO 2, 20-25
PedroSi obrando el bien soportáis el sufrimiento, hacéis una cosa hermosa ante Dios, pues para eso habéis sido llamados, ya que también Cristo padeció su pasión por vosotros, dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas.
Él no cometió pecado, ni encontraron engaño en su boca; cuando lo insultaban no devolvía el insulto; en su pasión no profería amenazas; al contrario, se ponía en manos del que juzga justamente.
Cargado con nuestros pecados subió al leño, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Sus heridas os han curado. Andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras vidas.
Para releer el comentario de José E. Galarreta, pinche aquí