EL PAPA, ANTE EL "CANSANCIO" DE LOS CRISTIANOS Y LAS FAMILIAS: "¡ESTEMOS ATENTOS A LA DICTADURA DEL HACER!"
Jesús BastanteUna invitación a descansar, pero sin perder la "compasión por la muchedumbre". Este ha sido el consejo del Papa Francisco durante el Ángelus de hoy, en el que refleja el pasaje evangélico de Jesús y sus discípulos que, cansados, se vieron sorprendidos por una gran multitud.
"Parecen dos cosas inconciliables, pero en cambio van juntas: descanso y compasión", señaló el Papa, quien parece decidido a seguir trabajando en esta época en la que el Vaticano está 'casi cerrado por vacaciones', y quiso explicar este binomio.
En primer lugar, "Jesús se preocupa por el cansancio de los discípulos", quizás intuyendo "un peligro que puede incumbir también en nuestra vida y nuestro apostolado, cuando por ejemplo el entusiasmo en el llevar adelante la misión, así como el papel y las tareas que nos son confiadas nos hacen víctimas del activismo, tan preocupados por las cosas que hacer y por los resultados".
"Y entonces ocurre que nos agitamos y perdemos de vista lo esencial, arriesgando acabar con nuestras energías y caer en el cansancio del cuerpo y del espíritu", advirtió el Papa, quien alertó del riesgo "para nuestra sociedad a menudo prisionera de la prisa, pero también para la Iglesia y para el servicio pastoral: ¡estemos atentos a la dictadura del hacer!".
"Es una injusticia social que los padres y las madres no tengan tiempo para convivir con sus hijos, y no caer en la dictadura del hacer", recalcó el Papa, quien pidió "pensar en qué hacer" para ayudar a las personas que viven así.
Por ello, también es necesario el descanso, que "no es una fuga del mundo, un retirarse en el bienestar personal", sino una llamada, también, a la compasión. "Del Evangelio aprendemos que estas dos realidades – descanso y compasión – están ligadas: solo si aprendemos a descansar podemos tener compasión".
"De hecho, es posible tener una mirada de compasión, que sabe reconocer las necesidades del prójimo, solamente si nuestro corazón no está consumado por el ansia del hacer, si sabemos detenernos y, en el silencio de la adoración, recibir la Gracia de Dios", clamó el Pontífice, quien preguntó: "¿Sé detenerme durante mis jornadas? ¿Sé tomarme un momento para estar conmigo mismo y con el Señor, o estoy siempre sumido en la prisa de las cosas por hacer? ¿Sabemos encontrar un poco de “desierto” interior en medio al ruido y a las actividades de cada día?".
Y una llamada: "Comprometámonos, especialmente ahora en el verano: busquemos desacelerar el paso, detengámonos un poco más a contemplar la naturaleza y para compartir tiempo con las personas que amamos, no descuidemos el diálogo con Dios. Esto nos hará personas atentas y capaces de compasión".
Al término del rezo, el Papa animó a pensar en el deporte como "una gran fuerza social, capaz de unir a personas y pueblos diferentes", de cara a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, que arrancan la próxima semana. "Que los atletas sean modelos de paz", señaló, abundando en la necesidad de una "tregua olímpica".
"Recemos, hermanos, por la paz. No olvidemos a la martirizada Ucrania, Palestina, Israel, Myanmar... No lo olvidemos, la guerra siempre es una derrota", finalizó.
Jesús Bastante
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