GRACIAS PAPA FRANCISCO
Víctor MartellYo soy católico apostólico y cubano; pero respeto la opinión de algunos de ustedes, que quizás, no estén de acuerdo con mis palabras y entre ellos están los que van todos los domingos a misa y no hacen más que criticar cuando escuchan algo como esto y hacen creer a todos que son ideas comunistoides. Eso es mentira. Es profundamente cristiano el bogar por los pobres, por los necesitados, los que no tienen ni voz ni voto y aquellos que sufren y que sus alaridos de dolor no se escuchan. Los apoyo y lo haré mientras tenga vida, porque aunque soy un gran pecador, trato de seguir las huellas de nuestro Jesús.
El Papa, recientemente, defendió a una mujer, madre soltera, abandonada por el padre de su hijo, la cual visitó una iglesia a pedir que bautizaran a su hijo y el que allí atendía a los parroquianos le dijo: “No, no puedo hacerlo porque usted no es casada”. Sin tener en cuenta que ella nunca pensó matar a su criatura y tuvo el gran valor de continuar con su embarazo. Y ¿cuál fue su pago?, que le cerraron la casa de Dios. Y allí creó un octavo sacramento: “Quien se acerca a la Iglesia debe encontrar puertas abiertas y no fiscales de la Fe”.
En esos momentos agregó:
“Necesitamos santos sin velo, sin sotana. Necesitamos santos en jeans y zapatillas. Necesitamos santos que vayan al cine, escuchen música y se diviertan con sus amigos. Necesitamos santos que coloquen a Dios en primer lugar y que sobresalgan en la Universidad. Necesitamos sean modernos, santos del siglo XXI, con una espiritualidad insertada en nuestro tiempo. Necesitamos santos comprometidos con los pobres y los necesarios cambios sociales. Necesitamos santos que tomen Coca Cola y coman hot-dog, que sean internautas, que escuchen las redes sociales. Necesitamos santos que amen la Eucaristía y que no le den vergüenzas de tomar una cerveza o comer pizza el fin de semana con los amigos. Necesitamos santos que estén en el mundo y que sepan saborear las cosas puras y buenas del mundo, pero sin ser mundanos. Eso de ser mundanos debemos de ser nosotros.”
Es verdad que debemos adaptarnos al mundo en que vivimos y no ser fiscales de lo que hacen los demás y aunque sé que hay reglas en nuestra iglesia, porque la conozco desde hace ochenta años, debemos ser más dados a resolver y no negar sacramentos. Antes de hacerlo, pensamos en que haría Jesús en esos casos y ofrezcamos los sacramentos a muchos que desean un día encontrarse con ÉL. Así sea.
Víctor Martell