Hermanos y hermanas, que como los pastores nosotros, animados por la Buena Noticia que se nos ha dado: escuchemos, creamos, gocemos, anunciemos y compartamos. Oremos.

Que nos dejemos tocar por el Misterio de la Encarnación

• Que la Iglesia permanezca vigilante, receptiva, atenta… busque ser, en el hoy y ahora, escuela de alegría, esperanza, sentido, agradecimiento, bendición y anuncio.

Que nos dejemos tocar por el Misterio de la Encarnación

• Que la presencia de María asegure en nuestra vida eclesial y de fe la presencia enriquecedora de lo femenino como camino hacía Dios, como cauce valioso de Buena Noticia.

Que nos dejemos tocar por el Misterio de la Encarnación

• Que como creyentes nuestra actitud de cada día sea decir SÍ a la vida, al compromiso, al diferente, a la inclusión, a la reconciliación siempre posible, a la paz.

Que nos dejemos tocar por el Misterio de la Encarnación

• Que todos nosotros y nosotras vivamos nuestra fe como un proceso, busquemos cómo avanzar en el camino hacía el Dios de nuestra esperanza que se encarna y hace presente en nuestro mundo e historia.

Que nos dejemos tocar por el Misterio de la Encarnación

• Que la paz que nos deseamos estos días nos lleve a vivir en armonía con los hermanos y con la Creación; que sea tarea de cada día, que favorezcamos una cultura solidaria en la que respetemos la dignidad personal y compartamos los bienes recibidos

Que nos dejemos tocar por el Misterio de la Encarnación

Madre buena, tú que supiste abrirte sin recelos a la Palabra, ofreciendo tu regazo a la Vida con Mayúsculas, enséñanos a decir SÍ a la palabra que cada día la Vida nos ofrece.

Vicky Irigaray