Hermanos y hermanas, en nuestra sociedad, casi siempre bien alimentada, nos es fácil descubrir mil clases de hambre profunda: soledad, estrés, miedos e inseguridades, falta de sentido… Oremos.

Queremos ser pan partido y compartido

• Que la Iglesia sea siempre referencia del Reino de Dios; se haga presente entre los que sufren alguna enfermedad o cansancio; entre los agobiados y marginados, entre los que esperan una palabra de aliento y amor.

Queremos ser pan partido y compartido

• Que en nuestras comunidades religiosas y parroquiales se comparta gratuitamente el pan de la Eucaristía como signo del compartir la vida, que seamos espacio de gratuidad, bondad y solidaridad.

Queremos ser pan partido y compartido

• Que todos los que hoy estamos celebrando la memoria de Jesús nos comprometamos muy seriamente en la construcción de una nueva sociedad y un nuevo orden internacional donde lo primero sea la justicia y la paz para todos.

Queremos ser pan partido y compartido

• Que seamos pan, alimento y esperanza para quienes viven con tantas dificultades la vida; que seamos pequeños oasis en los desiertos de los hombres y mujeres de nuestro mundo.

Queremos ser pan partido y compartido

• Que sigamos sosteniendo y acompañando a quienes han perdido un ser querido en esta pandemia que estamos atravesando. Que no nos olvidemos del sufrimiento de tantos.

Queremos ser pan partido y compartido

Padre bueno, que la celebración de esta Eucaristía sea signo mesiánico y prolongación de tu Reino; concédenos la gracia de compartir nuestros bienes y nuestra vida de cada día. Te damos las gracias por tu hijo Jesús que nos recuerda sin cesar el camino.

Vicky Irigaray