Hermanos y hermanas, la Palabra de hoy es una buena oportunidad para darnos cuenta de la necesidad que tenemos de recobrar la vista, hacernos hijos e hijas y ser testigos de la luz. Oremos.

Jesús, que veamos

• Suscita, Padre, en tu Iglesia hombres y mujeres pillados hasta las entrañas por tu hijo Jesús, cuyas vidas sean referentes de fidelidad en el seguimiento y de entrega en favor de los más desfavorecidos.

Jesús, que veamos

• Concédenos, Padre, a todos los creyentes que vivamos con actitud sincera y trasparente que nos permita vernos tal y como somos, danos una nueva mirada para conocerte y reconocerte en los demás.

Jesús, que veamos

• Ilumina, Padre, nuestras sombras y las sombras del mundo; que seamos cauce de luz en la oscuridad; consuelo en la tristeza, alimento en el hambre, cobijo en la intemperie.

Jesús, que veamos

• Conmueve, Padre, nuestras entrañas ante tanta injusticia y violencia; que seamos capaces de detenernos ante tantas cegueras que nos acechan e interpelan y nos llama a un cambio de vida

Jesús, que veamos

• Restaura, Padre, nuestra sociedad: su organización y su gobernabilidad; que entre todos y todas hagamos posible el mundo desde siempre soñado por ti.

Jesús, que veamos

Padre bueno, cura nuestra mirada, tan acostumbrada a la penumbra y mediocridad; que vivamos como hijos e hijas de la luz llamados a iluminar la vida de tantas personas. Te damos las gracias porque tu hijo Jesús ilumina nuestro camino.

Vicky Irigaray