Hermanos y hermanas, Jesús proclama que el supremos criterio para discernir quién pertenece al reino de Dios es el amor de Dios y el amor al prójimo vividos a tope. Oremos.

Jesús, que nuestra única ley sea el amor

• Padre bueno, que en la Iglesia tengamos muy presente que sin opción por los pobres no podemos hablar de amor al prójimo, que ellos tienen que ser nuestra opción fundamental.

Jesús, que nuestra única ley sea el amor

• Padre bueno, que nuestra máxima de cristianos sea el amor a Dios manifestado en nuestro amor a las personas, al prójimo y, muy concretamente, a los más pobres de nuestro mundo.

Jesús, que nuestra única ley sea el amor

• Padre bueno, que todos nosotros acojamos con gozo la invitación de Jesús a vivir y comunicar la Buena Noticia, siendo así sembradores de su Reino.

Jesús, que nuestra única ley sea el amor

• Padre bueno, te presentamos a todas las mujeres que mujeres víctimas de la violencia de género, a los que pierden su vida en las pateras cruzando el Mediterráneo, a las víctimas de las guerras, a los que mueren e hambre; sacude nuestras conciencias y despiértanos a la solidaridad.

Jesús, que nuestra única ley sea el amor

• Padre bueno, te recordamos a todos nuestros seres queridos que ya no están con nosotros, que su recuerdo sea aliento en nuestras vidas y alimente nuestra confianza en tu promesa.

Jesús, que nuestra única ley sea el amor

Padre bueno, sabemos que optar por tu hijo Jesús es ponernos del lado de los pobres; concédenos la valentía de salir de nuestras comodidades y comprometernos seriamente con su misma misión. Te damos las gracias por tu Hijo Jesús.

Vicky Irigaray