A Conchita. El otro día me dijeron que te habías ido, pero no era verdad. Tú seguías con todos los que te conocimos. Siempre preocupada por Rafa, por su trabajo, para el que no tenía horas, por su ejercicio físico, que tú entendías que debía hacer y del que él pasaba. Por tus hijos Antonio, Salva y Rafael e Inma por sus trabajos, por su vida familiar y qué no decir ya de los nietos y nietas, con los que tanto te volcaste y tanto disfrutaste. Por tus amigos que siempre fueron muy bien acogidos en vuestra casa y donde pasamos momentos entrañables y con los que compartiste hasta los frutos de tu huerto. Qué recuerdos nos traen esas cenas de los viernes en las que poníamos en común tantos aspectos de la vida y qué viajes en los que disfrutábamos de la naturaleza, por la que nos dábamos grandes paseos, en los que era difícil seguirte. No, no es verdad que te hayas ido, sigues presente en todos nosotros como esa persona siempre cercana, siempre pendiente de las necesidades de los demás, eterna buscadora de la verdad, en resumen una amiga que es imposible olvidar.

Tu amigo José Ignacio. Y todo el amor de Reyes.

 

Querido Rafael, hermosa galería de fotos, así ya conocí a Conchita y de paso también a ti. Todos te dicen cosas tan lindas... Yo solo quiero que sepas que siento la partida de tu querida esposa y le pido mucho al Señor de la vida que te llene de VIDA para seguir caminando con la FE profunda que tienes en ÉL. Y que Dios te dé cada vez más fe en la Resurrección de Jesús y en la nuestra. Te deseo que vivas muy unido a tus hij@s en este momento, ellos te lo agradecerán y será muy bueno para ti también. Nosotras, desde por acá tan lejos, en el Océano Indico, también te acompañamos con nuestra oración y con mucho cariño.

Cristina González, fmm

 

Muy apreciado Rafael. Estos días he andado de mudanza y apenas he tenido tiempo para ponerme a la pantalla. Leo con retraso la noticia del vuelo de tu esposa y compañera de toda una vida. Quiero enviarte este fuerte y fraterno abrazo en estos momentos de prueba. Junto con ese abrazo, el sentimiento de fe y el convencimiento también de que la vida nunca se acaba y que los lazos de un genuino amor, como el vuestro, perduran por la eternidad. Con todo mi aprecio

Koldo Aldai

 

Queridos Rafa, Antonio, Salvador, Rafa e Inmaculada:

No sé si recibisteis nuestro correo, en el que os comunicábamos nuestra imposibilidad de acompañaros en la Eucaristía con Conchita en medio. En vuestro iBook hemos comprobado la vivencia honda, que penetró todo el acto. En las numerosas cartas, que reproducís, nos gozamos de la resonancia imparable, que tiene una vida, como la de nuestra querida Conchita.

Para nosotros dos fue una satisfacción humana y espiritual, que no se puede declarar fácilmente, compartir aquellas últimas horas de presencia física de Conchita entre nosotros. Decimos, a veces, en esa circunstancia, que "está ahí, pero ya no está". ¡Qué corta de expresión se nos queda tantas veces la palabra! Aún ahora, y ¿por cuánto tiempo?, sentimos poder decir que está aquí con nosotros. El Libro Tibhetano de los Muertos habla de 26 o 29 días, en los que el difunto puede percibir la palabra y la orientación de su Maestro espiritual.

Y os digo esto, con intención de aplaudir a Inmaculada y su amiga Helen, que tuvieron la buena idea de encerrarse frente a la presencia de Conchita en el tanatorio. Reprodujeron una música lenta de ternura y fuerza penetrantes y luego una oración de súplica por todos los seres. Entiendo que eran textos budistas. Otras oraciones se habían hecho. Pero esta nos pareció muy oportuna. Mi mujer, Conchita y yo nos acercamos, una vez más, a la sala y tuvimos la suerte de poder incorporamos a esta oración. Surgió después una preciosa charla y encuentro entre los cuatro.

Te esperábamos anoche, Rafa, en el Grupo de Reflexión. Nos imaginamos que estáis a pocos días de estos sucesos fuertes, hondos, plenos... y tenéis necesidad  de relajaros un poco. Sabes que te esperamos siempre; os esperamos en presencia plural. Juntos seguiremos trazándonos con empeño una vida movida por el espíritu animoso de cada uno, que, según nuestra fe, es el Espíritu mismo de Jesús. Así nos lo decíamos anoche unos a otros con diferentes palabras, y desde diferentes vivencias, pues el Espíritu nos lleva a cada uno por donde quiere.

Nada más por hoy. Sabéis que estamos a vuestro lado. Sabemos que solo en comunidad fraterna podemos ser fuertes frente a tanta corrupción de todo tipo; y hacer creíbles horizontes siempre nuevos de Humanidad ilusionada.

Desde la paz del espíritu, un abrazo mantenido.

Conchita Arribas y Jesús Martínez

 

Querido Rafael: Aunque con retraso yo también me uno al canto de "Gracias a la vida" de Conchita, gran mujer  y gran testimonio que nos ha dado. También a ti agradecerte toda esta información que nos has hecho llegar. Noticias como estas hoy muy necesarias. Un abrazo y que Conchita siga empujándonos.

Eva Gutiérrez

 

Gracias Rafa. No cabe duda que todos somos UNO; que la alegría y el dolor se comparten en el amor. Yo soy Emilia, mexicana, el 20 de febrero del 2013 dia del cumpleaños de mi marido le confirmaron el diagnóstico de cáncer en el estómago; murió 8 meses después... Con una aceptación, confianza y amor impresionantes. Te abrazo ahora. Y te comparto que yo escribo en una columna del periódico local AM de la ciudad de León Estado de Guanajuato en Mexico.Mi columna se llama " de lo cotidiano" y todo este año y el pasado he hablado de la enfermedad, la muerte, el duelo  (tal vez lo encuentres en google) bajo el nombre de Emilia Pedraza de Ascencio  en el AM en "de lo cotidiano" sale los domingos en una sección del periódico que se llama "de ti depende". Gracias Rafa por el librito de Conchita.

Emilia Pedraza

 

¡Cuánto bien me ha hecho tu carta y el librito de la "celebración". Estoy viviendo momentos de separación de tres seres muy queridos y me ha hecho mucho bien leer todo. Entro todas las semanas en "amigos de fe adulta". Siempre encuentro material para preparar la liturgia de mi comunidad. Gracias. No digo que te acompaño en el dolor; te digo "Te acompaño y comparto tu esperanza". Un saludo.

Amparo González, OP

 

Eskerrik asko por compartir todo esto con nosotros y por todo lo que hacéis semanalmente. Espero cada semana muy ilusionada. Un abrazo muy fuerte.

Arantzazu Ormazabal

 

Gracias Rafael por compartir estos momentos tan especiales. Cristóbal y yo nos sentimos cerca de ti y os recordamos con cariño. Llevamos tiempo disfrutando del portal "Fe Adulta", tan rico, humano, cercano..., y hoy descubro que el nombre se lo puso Conchita. Gracias a ella por su discreta, enriquecedora y humilde presencia. Nos hemos encontrado en dos ocasiones, en las primeras Jornadas de Fe Adulta y en el encuentro en Málaga, Iglesia de Santiago. Al terminar  la reunión, hacia una noche lluviosa y os llevamos al Rincón de la Victoria. Nosotros vivimos en Málaga, dónde tienes tu casa. Pertenecemos al Servicio de Animación Comunitaria del "Movimiento por un Mundo Mejor". Bueno Rafael, aquí estamos para lo que haga falta. Gracias por vuestra cercanía y los envíos del último correo. Muchos abrazos.

Cristóbal y Ana.

 

Estimado Rafael:

Aunque quizá no me recuerdes, solo compartimos apenas un par de horas en vuestra visita a Málaga de hace unos meses  para reuniros con los miembros de Fe Adulta; yo, en cambio, os conozco bastante más por vuestro estupendo trabajo en  esa web que tanto bien hace.

Me he enterado tarde del fallecimiento de tu esposa –viajes y rotura de mi PC me han aislado por un tiempo- y dudaba de si escribirte o no para expresarte mi condolencia. Pero al final lo hago por cuanto os considero como unos amigos que me han dado la oportunidad de ir desbrozando el camino en este siempre apasionante trayecto en la profundización de nuestra fe, al tiempo que me siento especialmente cerca de ti  en estos momentos por lo que apunto seguidamente.

Como verás os escribo a los dos por cuanto estas líneas son un también un agradecimiento a ambos por vuestro trabajo y porque ella sigue presente entre nosotros y seguirá ayudándote de otra manera en la tarea que llevas a cabo. Además, me siento en cierta medida unido a ti en el inevitable dolor de la separación de Conchita, al compartir contigo casi medio siglo de magnífica convivencia con mi mujer  y deduzco por ello -mejor posiblemente que otros-  el vacío físico que la partida de tu mujer te habrá causado.  También comparto –esta vez con ella- la enfermedad que se la llevó y la dureza de la quimioterapia o radioterapia que su tratamiento precisa. Gracias a Dios a mi el cáncer no me ha vencido  por el momento; ya va para diez años.  Por eso también conozco, por haberlo experimentado, el reforzamiento de los lazos que se producen en la pareja que se ama de verdad por la compañía, el apoyo y la ayuda del esposo o la esposa en ese trance.  Tal estrechamiento de lazos  es fundamental para hacer frente a la enfermedad y habrá agudizado, sin duda, el dolor de la separación.

Afortunadamente  los cristianos tenemos la fe que nos mantiene en la esperanza del feliz reencuentro en la verdadera vida.

Un fraternal abrazo

Rafael Esteve Secall

 

Querido Rafael: supongo que me recuerdas aunque haga tiempo que perdimos el contacto frecuente. En estos casos la mejor palabra es el silencio y la cercanía de un abrazo. Para ti, amigo.

Rafael Fernando Navarro

 

Querido Rafael. Muchísimas gracias por compartir conmigo un documento tan bello. Te envío a ti y a tus hijos mi más sincero pesar por la muerte de tu amada Conchita. Un cordial saludo,

José Luis Cerezo

 

Hermano Rafael. Gracias a Dios por compartir algo de tu propio ser, esas son las experiencias que hermanas y que acercan. Un abrazo desde este lejano Chile, con cariño.

Jorge Orchard Pinto

 

Bueno, leyendo el contenido del correo me he enterado que has perdido a Conchita. Yo no sé escribir pensamientos tan bonitos, pero te ofrezco mi afecto, para siempre que quieras.

Regina

 

Gracias Rafael por compartir los sentimientos de tanta gente que les quiere. Los testimonios me arrancaron lágrimas en estas vísperas del día de difuntos. Tengo la experiencia de haber perdido a seres queridos, duele, pero no se fueron, están ahí animándonos a seguir adelante. Un abrazo fraterno desde Cochabamba- Bolivia.

Marta Orsini

 

Gracias Rafael. No tengo palabras bonitas, ni mensajes profundos que puedan aliviar el dolor de la pérdida de una compañera de viaje tan especial. Sólo puedo compartir tu dolor, como también comparto la lectura de vuestras reflexiones. Te doy las gracias de todo corazón y rezo porque esta experiencia te enriquezca humanamente aún más. Un cálido abrazo desde Vitoria.

M. Carmen Rodríguez

 

Querido Rafa: El jueves no pude compartir contigo y tu familia la acción de gracias por la vida de Conchita. He visto el precioso libro que has confeccionado y, verdaderamente, es un precioso homenaje y un regalo para todos los que tenemos la suerte de ser vuestros amigos. Aunque su ausencia no puede ser sustituida, estoy segura de que poco a poco se irá mitigando el dolor de su pérdida con la satisfacción de saber que ella ahora está con el Padre, libre de las ataduras y limitaciones de nuestro cuerpo mortal. Satisfacción porque ha estado rodeada y arropada por ti y vuestros hijos, por haber tenido cerca a Inma, tantas veces hemos hablado de ello cuando nos reuníamos  con vosotros, allí en vuestra casa o en alguna otra del grupo. Sólo puedo imaginar a Conchita con su sonrisa,  su simpatía, su generosidad, sus ganas de vivir, sus ilusiones y,  sobre todo, su gran fe y esperanza. Eso es lo que quiero recordar cuando de nuevo nos encontremos. Quiero hacerte partícipe de una pequeña oración que hice el día que me enteré de su fallecimiento. Señor, ayuda a Rafa y a su familia a superar estos momentos. Confórtalos y no dejes que la pena inunde sus corazones. Acoge a Conchita con los brazos abiertos, Tú que eres todo amor y misericordia, ten en cuenta su bondad, alegría, entrega y cariño hacia sus semejantes. Que su espíritu permanezca entre nosotros y que su ejemplo nos ilumine en nuestro caminar por este mundo. Un fuerte abrazo,

Araceli Torres

 

Amigo Rafael: Me entero con retraso del fallecimiento de tu mujer. Tu hija me dijo en el Congreso de Teología que estaba mala pero yo no le di mayor importancia, no intuí que era algo grave. Recuerdo una postal que me puso una prima mía con motivo de la muerte de su madre: ¡qué oscura es la muerte!. Y ciertamente es así. Savater cuenta que una vez oyó a Jesús Aguirre, futuro Duque de Alba y entonces director de Taurus, que decía por teléfono: La religión no ofrece consuelo sino salvación. Creo que es verdad. El consuelo de la ausencia lo da el tiempo, las personas queridas, el calor de los amigos... Seguro que los tendrás. Pero la religión nos ofrece una plenitud que sólo ella puede dar. La esperamos para tu mujer, que cultivó esa esperanza. En cuanto a mí, te ofrezco un recuerdo delante de Dios y mi afecto y amistad. Un fuerte abrazo.

Carlos Barberá

 

Estimado Rafael, te agradezco el apoyo y la confianza a este tu servidor. Por otro lado te envío mis más sinceras condolencias por el fallecimiento de Conchita y me uno solidariamente a tu pérdida pidiendo a Dios pronto regrese a tu corazón  la paz y la alegría.  Cuenta con la  PASCUA que en esperanza y fe celebro en cada Eucaristía por ti y por ella. ¡Animo! Saludos y un abrazo fraterno....

Eloy Díaz Mera

 

Querido Rafael. No queremos dejar pasar el día de "todos santos" sin hacerte llegar un abrazo, que te transmita el cariño con que os hemos tenido presentes desde que tuvimos noticia de la muerte de Conchita. Una bendición de Dios el que te haya permitido vivir junto a una persona tan extraordinaria. Para ti y tus hijos nuestra cercanía en la oración.

Comunidad de javerianas mayores de Galapagar.

 

Hola amigo. No he querido molestarte en estos días tan tristes. Pero no me olvido de Conchita ni de ti. Siempre recuerdo el día que vinistés a casa. Su sonrisa es inolvidable. Cuando pase un poco más de tiempo y estés más tranquilo, te llamaré. Sólo quiero que pienses que estoy contigo, y que me sumo a todos esos homenajes que veo en Fe Adulta. Te mando un enorme abrazo

Julián Mellado

 

Querido Rafa: nada sabía de la muerte de Conchita, entre unos viajes y otros no me había enterado. Ahora estoy en Orense pero mañana jueves mi corazón estará ahí contigo y con la gente que te quiere y te arropará. Que Conchita en esa nueva dimensión en la que ya es, te haga sentir y gustar el Amor que ya en ella es sólo su Ser. Un inmenso abrazo lleno de cariño.

Emma Martínez.

 

Saludos Rafael. Cuando el pasado jueves compartí con vosotros la "celebración" de nuestra hermana Conchita, sabiendo que se encontraba en los brazos de nuestro Dios Padre-Madre, pensé que cuando llegue mi hora, me gustaría que una comunidad de hermanos seguidores de Jesús me acompañase y recordase tal como lo hicimos con Conchita. Te adjunto un enlace con una canción del grupo de música malagueño, Ixcis, con una bella canción, que a mí, en los momentos en que mi alma llora la pérdida de seres queridos, me conforta. Un fraternal abrazo en Xto resucitado.

Jesús Colmenero, desde Málaga.

 

Pensé escribir esta carta a Conchita. Pero no sé su dirección. Me dicen, decimos todos que está en el Celo. Pero yo no sé dónde está el Cielo. Parece que Jesús miraba hacia arriba para buscar a su Padre el del Cielo. Pero el de Nazaret tampoco supo dónde estaba el Cielo. Se enteró aquel domingo cuando su Padre lo levantó de la tumba. Entonces, cayó en la cuenta de que su Padre siempre estuvo junto a él.

Pero tú querido Rafael y yo somos de los de aquí abajo, seguimos desorientados. La fe es una fuerza, pero no un mapa.

Se fue Conchita y nos dejó un hueco que ya nadie va a llenar. No sabemos hacia dónde mirar. Solo nos queda una enorme paz: donde esté el Padre, allí estará ella.

Yo no pido por Conchita. Me parecería un contrasentido. Yo le pido a Conchita por ti y por mí, Rafael: que nos ayude a seguir sus huellas. No le ruego por sus hijos y nietos porque ella se llevó aprendido el papel de madre y abuela y sabrá cuidar de ellos.

Sólo con la fe, y si alguien no tiene esa fe se suplirá con el amor, vamos todos a rellenar su vacío.

Pero yo tengo que manifestar públicamente un dolor especial. El haberme ausentado de su vida en los últimos años. Caigo en la cuenta de que lo único válido en la vida humana es la amistad. Y yo la he despilfarrado. Y ya sin remedio. Por eso he llorado tanto ante tu ida, mi querida Conchita.

Luis Alemán

Burgos, 26.octubre.2014

 

Mi querido Rafa:

He tardado una semana en escribirte esta carta aunque no he dejado de pensar en vosotros durante estos ocho días desde que Loli me llamó a las 14.30 del pasado domingo para darme la noticia. No era sorpresa para mí el estado de salud de Conchita pero me cayó como una bomba la noticia de su muerte. Me costó estar esa tarde y la mañana siguiente embebida en asuntos de la congregación porque mi deseo era haberos acompañado en la despedida. Hablé con Loli el martes que me contó todo y me pareció más prudente darte unos días antes de comunicarme contigo.

Sí que me comuniqué, y de inmediato, con Conchita: creo en la comunión de los santos y por eso me siento más unida a ella ahora; el tiempo y el espacio no son un obstáculo para empalmar con ella, VIVA de verdad. La noche del domingo y el viaje de Madrid a Burgos el lunes lo hice en compañía de Conchita. Reviví con ella todo lo vivido juntas: cuando la admití como profe en el colegio de Usera, los años tan intensos vividos en el colegio de los que nació una amistad, muy cultivada hasta que me fui a Roma...

Recordaba tantas confidencias entre las dos, tantas veces como fui a vuestra casa, algunas para dormir con Toto, Yiyo, Rafa y Conchitina (en aquel tiempo los llamaba así) cuando vosotros teníais alguna salida nocturna importante; hablábamos de lo divino y lo humano, y así seguí el crecer de vuestros hijos hasta ahora (a Antonio, Salvador y Rafa hace mucho que no los veo; a Inma, la reencontré el año pasado que fue con Conchita a verme a la casa interprovincial de Madrid).

Roma me alejó físicamente de Conchita pero nos comunicamos largamente algunas veces por teléfono, por email y pocas veces nos vimos. ¡Cómo lo añoro ahora! Disfrutamos un montón con el encuentro de hace un año y habíamos quedado para este verano pero... Es curioso cómo se puede empalmar con la gente que entra en el corazón a fondo porque aunque pase el tiempo reflota el cariño y la sintonía de inmediato.

Cuando me llegó el miércoles tu email de Fe Adulta y te leí... lloré y gocé, a la vez. Lloré porque Conchita se nos ha ido, después de sufrir tanto, y lloré por ti y tus hijos; pero gocé por cómo habéis encajado la familia la separación, por el testimonio evangélico de asumir en fe el dolor y la pena más grande que puede darse en la vida y porque Conchita ya está feliz, sin dolores, gozando de la felicidad que nos espera a todos y de la que participaremos fundiéndonos en un abrazo sin fin entre los mismos brazos del Dios Padre y Madre.

La fe nos hace experimentar de un modo único ese agridulce de la vida. Me ha impresionado que enseguida tuvieras el coraje de ponerte manos a la obra y pensar, en medio del dolor, en la familia de Fe Adulta y mandar como cada semana tu "alimento" suculento. Al ver las fotos de Conchita y leer tu escrito me he identificado totalmente con lo que escribes, piensas y sientes de ella, tu Conchita. Lo que fue, sigue vivo en ti, en tus hijos y los que la conocimos.

Enseguida de enterarme de la noticia de su muerte llamé a Fina, a Lucía, a Henar, a Maruja Arias, a Lucila, a Carmen Cruz, Hijas de Jesús que también fueron compañeras de Conchita (no sé si te acuerdas de todas); también se lo dije a otras Hijas de Jesús malagueñas que fueron compañeras de Conchita cuando estaba en el colegio de Málaga. He intentado hablar con Toñi y Encarna Mari pero no lo he conseguido. Siento el deseo de poder reunirnos todas en su memoria; cada vez que hablábamos o nos veíamos, Conchita y yo quedábamos en juntarnos una vez todo el grupo y revivir una amistad amasada en lo cotidiano de la vida escolar pero que transcendía las barreras del Mater hasta el corazón de cada una. Nos reuniremos, espero, y Conchita estará de otra manera, pero estará.

Rafa, estoy rezando mucho por ti. Sé que el cariño de tanta gente amiga no cubrirá el hueco de Conchita; pero pondrá un poco de bálsamo en tu herida. Nuestros amores pequeños, forman parte de ese AMOR maravilloso del que Conchita goza ahora. Sentirás su amor porque "el amor es más fuerte que la muerte" y, tengo la seguridad de que ella te mirará, te ayudará, velará por ti, será esa presencia permanente que infunde aliento en la vida.

Me llamaba la atención cómo en Conchita se unía el amor loco por ti con la admiración profunda por tu persona: cómo disfrutaba contando lo que tú emprendías, lo que ideabas en medio de esa creatividad tan impresionante que tienes como don y que ha hecho de cada etapa de tu vida algo "nuevo"; lo último, la página de Fe Adulta. Ahora la vas a sentir: Dios es creatividad pura y los que gozan plenamente de Él, desbordan todas las previsiones.

Cuando murió mi madre, un amigo mío me envió una poesía que quizás conoces y que a mí me consoló y me pareció preciosa. Te la envío con todo mi cariño como una evocación de Conchita.

Me da pena acabar esta carta pero... me quedo prendida con la oración por ti y tus hijos al Señor de la vida que trasciende toda muerte. Que Él te siga acompañando y que el cariño que sigas recibiendo de los que quisimos a Conchita y que nos sentimos queridos por ella sea una expresión del que Dios, consuelo de los que sufren, tiene en este momento muy especial por ti. Algún día nos encontraremos, Rafa, y Conchita estará en nuestro encuentro.

Un abrazo muy intenso y de cariño para ti, para Antonio, Salvador, Inma y Rafa.

Auxilio Vicente Tapia

Cuando un árbol se va del patio familiar
deja en pie un gran hueco de luz.
Para quien no compartió nada con ella,
allí simplemente no hay nada.
En cambio, para los que se cobijaron a su sombra
o compartieron su presencia rica en recuerdos,
ese hueco de cielo abierto
la vuelve a hacer presente en cada amanecer.
Buscándola, nuestros ojos tropiezan quizá
con una estrella lejana
que se ha quedado en el cielo,
náufraga de la noche que ahora se ha vuelto día.

 

Conchita: Acudiste a la llamada del Padre y nos dejaste, pero no te marchaste del todo, sigues presente en nuestras mentes y te hablamos desde nuestros corazones, sembraste en ellos afecto, cariño y amistad.

Te echamos de menos, disculpa nuestro egoísmo; nos hubiera gustado seguir teniéndote como compañera en nuestro caminar y nos cuesta aceptar tu ausencia, pero nos consuela y anima pensar que llegaste al final de este peregrinar para poder disfrutar de lo que tan merecidamente ganaste.

Nos hizo bien tu compañía, ¡protagonizaste tan buenos recuerdos llenos de amistad y cariño! En este mundo escogiste principalmente los papeles de esposa, madre, compañera y amiga y ¡los hiciste tan bien! Gracias, Conchita.

María del Carmen Diez

El amor no desaparece nunca.
La muerte no es nada,
simplemente me he ido a la habitación de al lado.

Yo soy yo, tú eres tú.
Lo que éramos el uno para el otro, lo seremos siempre.

Llámame con el mismo nombre
que siempre me has llamado.
Háblame como lo has hecho siempre,
no emplees un tono diferente.
No adoptes un aire solemne o triste.
Sigue riéndote de lo que nos hacía reír juntos.
Ora, sonríe, piensa en mí, reza por mí.

Que mi nombre sea pronunciado en casa
como lo fue siempre,
sin énfasis de ninguna clase, sin nada sombrío.
La vida significa
todo lo que ella ha significado siempre para nosotros
y es lo que siempre ha sido.

El hilo no se ha cortado.
¿Por qué habría yo de estar fuera de tu pensamiento,
solo porque estoy fuera de tu vista?

Te espero, no estoy lejos,
Justo del otro lado del camino.
Como ves, todo está bien.

Canon Henry Scott Holland

 

Queridos Rafael y familia: en estos tiempos recios y tristes, me uno a vuestro sentir y a vuestra esperanza; mi abrazo y mi cercanía para ti y tu familia. Y mi esperanza de que el nuestro es un Dios de Vivos, que Él llene vuestro sufrimiento de su Presencia, como llena ya la vida de Conchita. Un abrazo y mi oración.

Teresa Nécega Rodríguez

 

Mi más sentido pésame. Me uno a vosotros en mis oraciones. Un fuerte abrazo.

Marisa Molinero

 

Querido Hermano Rafael Calvo: Con pesar he leído la noticia del retorno a los brazos del Padre de tu amada esposa Conchita. Su vida y su obra es un gran don, no sólo para tu familia sino para todos aquellos que nos hemos beneficiado de su entrega en este trabajo generoso que ponen en nuestras manos semana a semana. El amor nos trasciende y ella seguirá presente amándote a ti y a cada uno de los suyos. Te abrazo con un corazón agradecido y te acompaño con mi oración.

Estela Jiménez Esquivel.

Querétaro, México.

 

Querido Rafael: No te conozco personalmente, ni conocía a tu mujer, pero tanto tiempo recibiendo tus mensajes os considero como un poco familia y me ha impactado su muerte. Te envío un abrazo y pido para ti y tus hijos fuerza para poder seguir viviendo con ilusión y esperanza a pesar de su ausencia. Ánimo.

Begoña Trigo

 

Estimado Rafael: te agradezco mucho por compartir con la comunidad estos momentos dolorosos y al mismo tiempo de esperanza. Desde Perú te acompaño con mi oración y te envío por este medio un abrazo muy grande lleno de bendiciones. Para grandes cosas hemos nacido...

Flor Guerrero.

 

Rafael: Recibe un fuerte abrazo desde Monterrey y que mi cariño te acompañe en este difícil momento.

Adriana Shelley

 

Rafael: Te acompaño de todo corazón. Sé que tienes la fortaleza que nos viene del Dios de la vida plena y abundante. Cordial abrazo,

Arturo Silva Hurtado

Federación Católica de Educación Conaced

Bogotá Cundinamarca

 

Estimado y querido Rafael. Ante el fallecimiento de Conchita, tu esposa, me uno a tu dolor en estos momentos, con mi oración, recuerdo y cariño. No os conozco, pero os siento como de familia. ¡Tantos años leyendo la presentación del domingo! hecha por ti con tanto detalle y reflexión para ayudarnos a vivir la Palabra! Que sientas muy fuerte la ayuda de Dios y la compañía continua de Conchita, que goza de la verdadera vida de Dios. Abrazo grande

Mª Teresa Sagrado

 

Querido amigo: aunque no nos conozcamos personalmente, me parece que somos amigos desde hace tiempo. Has compartido tu dolor y yo te lo agradezco. Sé que son momentos muy duros aunque tu fe y tu esperanza son recias, pero somos humanos y perder a una persona amada nos hace sufrir. Que el Señor te ayude a superar el vacío que te ha dejado Conchita. Un abrazo fraterno,

Emilia Águila

 

Muy querido Rafael, acabo de leer en la gacetilla la noticia de la pascua de Conchita. Me resulta significativo nombrarlo así, pascua, en la certeza de que está resucitada... Espero que poco a poco vayas hallando otro modo de encontrarte con ella, desde esta "nueva presencia" desafiante y eterna! Te mando un abrazo fuerte, aunque vaya por esta vía, agradecida como siempre.

Sandra Hojman

 

Amigo Rafael, aunque nuestra relación es reciente y nos conocemos poco, me uno a la ola de sentimiento de simpatía y condolencia de tantos amigos de Fe Adulta por la reciente pérdida de Conchita. Te tengo presente en mi oración y en mi sentimiento de fraternidad y amistad. Asimismo te agradezco y te animo en tu tarea de difusión de tanta "buena noticia" en diversos formatos como nos facilitas cada semana. Es un servicio que se aprecia y agradece. Seguiremos en contacto. Un abrazo.

Deme Orte

 

Rafa nos ha pillado la muerte de Conchita en un viaje a Londres donde trabaja nuestra hija. La recordaremos siempre con su dulzura, equilibrio y amabilidad. Está ya en Paz con el Señor. Te mandamos un fuerte abrazo y queremos nos sientas próximos.

Maria Antonia y Paco

 

Querido Rafael, no sabía nada de la enfermedad de tu esposa y recibo con tristeza la noticia de su muerte. Aunque no dudamos de que Conchita está ya disfrutando del Amor y la Ternura que no tienen fin, sé que para ti esto es algo muy duro. Con la certeza del que el cariño de cuantos te rodean hará más llevadera la ausencia, te abrazo con cariño,

Patricia Paz (Buenos Aires)

 

Querido Rafael, me uno a vuestra celebración por la vida y la Vida de Conchita. Tienes la cercanía y el cariño de muchas personas que no podemos estar físicamente con vosotros. Pero estamos. Seguro que Conchita seguirá cuidándoos a quienes le habéis cuidado y querido y a todos nos regalará su "Fe Adulta" que ella ya no necesita. Un abrazo muy fuerte para ti y toda tu gente querida.

Asun Gutiérrez

 

Acompañada del recuerdo y el cariño a Conchita. La mano siempre amiga que se ha ido a tendernos la misma mano desde ALLI. Te queremos. Un abrazo

Paco Aranda, Málaga

 

Querido Rafael, no sabía lo de Conchita. Perdona pero llevo una vida muy viajera y ajetreada. Mañana salgo otra vez para Navarra y no vuelvo hasta mediados de Noviembre (luego me vuelvo a ir, hasta Dios sabe cuándo, pues espero dos nietos nuevos, de dos partos, por aquellas tierras). Rezo por ella y por ti, y te pido hagas lo mismo por mí. En estos momentos la gracia de la Fe es el único consuelo y la verdadera esperanza. Un fortísimo abrazo, y enhorabuena por tu blog, es magnífico.

Miguel Latasa

 

Rafael, te escribo de Guatemala lamentando el fallecimiento de tu esposa Le pido al Papá de la vida que ya la tenga gozando de esa vida para siempre y para vos un abrazo fuerte y darte animo en estos momentos difíciles.

Mario Witig

 

Estimado Rafael: Acabo de enterarme del paso de Conchita al seno del Padre.. Que el Señor de la vida te de fortaleza en estos momentos de dolor. Cuenta con mis oraciones. Un abrazo fraterno desde Bolivia,

Marta Orsini

 

Estimado Hermano... Aunque tarde, deseo solidarizarme con tu pérdida irreparable. Te acompaño en oración con respetuoso silencio.

Roberto González (Buenos Aires)

 

Querido Rafael: me uno a la pena humana y al aleluya cristiano de la muerte de Conchita. Tu fe y tu esperanza me evangelizan. Un abrazo a toda tu familia y a la familia de amigos de fe adulta. Gracias también por vuestros envíos de fe adulta que son un tesoro y nos alimentan el corazón. Uniéndome a vosotros, ánimo y un fuerte abrazo. Nos tenemos,

Ángela Corral

 

Querido Rafael. Ayer noche regresé a Monterrey después de 15 días y hoy por la mañana tuve el diplomado de Desarrollo Humano, hasta ahorita leo tu mensaje y me entero de la partida de Conchita, lo siento mucho por ti porque ciertamente es una pérdida enorme y de las más significativas en la vida, ella sin duda está fundida en un abrazo con Nuestro Padre Madre Dios.

En cuanto a que sea tu "natural egoísmo" querer tenerla a tu lado aunque sea para cuidarla yo diría que más que egoísmo es tocar lo más puro y vital de nuestra humanidad y lo que representan los vínculos de amor más sagrados, es darnos ese permiso total y absoluto de entregar con total certeza algo que por siempre nos "faltará" o extrañaremos para que se transforme en plenitud.

Te invito Rafael a escoger algún momento de paz y tranquilidad y tomar alguna foto de Conchita, verás cómo su rostro, su expresión, se transforma como magia en un lenguaje nuevo donde puedes encontrar emociones y sentimientos inimaginables. Es como si al partir alguien dejara en cada fotografía un mensaje por descubrir sobre su mirada, su mueca, su sonrisa... Así lo he aprendido yo después de las pérdidas cercanas que he vivido.

Desde mi rincón y hasta tu Santuario interno va un fuerte abrazo cálido y sostenido para ti. Me uno contigo, tu familia y comunidad para dar gracias por su vida, por cada huella que dejó en su caminar y por cada aliento que compartió contigo. Que la paz y aceptación hagan pronto nido en tu corazón.

Marta Salazar

 

Rafael Calvo: oí el otro día: no hay beso grande ni pequeño, lo horrible es el que no se da... te envío besos cariñosos, a montones, y decirte que sigo contigo, muy muy cerca y yo le pido a Conchita que te ayude mucho mucho.

Izaskun Olarreaga

 

Recuerdas, Conchita. Nos conocemos desde hace más de cuarenta años, cuando se sueñan los proyectos y la vida se abre. A las que compartimos contigo esos momentos, nos hiciste felices con tu alegría y felicidad, con tu modo de hacer. Gracias.

La vida nos ha hecho una familia y tenemos unos hijos estupendos que hoy están rotos con tu marcha. Tú has sido un modelo para todos ellos. Gracias. Te doy las gracias, Conchita, por estar ahí en los momentos duros: ahora comprendo mejor cómo se ha de llevar el dolor: como tú lo has hecho. Gracias, por ser un modelo de madre y un modelo de esposa. Por ser auténtica y osada en tus planteamientos. No te olvidamos.

Loli del Brío

 

 

Amado hermano Rafael: soy Pedro, desde Antofagasta - Chile. Me impactó muchísimo que tu Conchita haya pasado a los brazos del Padre.  Vi su foto, Te vi con ella.  Son hermosos. Si Jesús lloró ante su amigo, cuánto nos cabe a nosotros que el desapego  saque nuestras lágrimas. Reconocer que duele, duele. Que te arrope el amor de Dios con el calor que te dio Conchita, con tus hijos, con tus amigos de ahora, y tu inmensa entrega que cruza los océanos. Un fuerte abrazo, hermano,

Pedro Aranda

 

 

Me has dejado sin palabras. Sólo me atrevo a decirte que tienes mi afecto más profundo. Ya quedaremos para charlar. La que amó nunca se va del todo. Cuenta conmigo, querido amigo.

Julián Mellado

 

 

Con mucho cariño te acompañamos en estos momentos difíciles. Como bien dices, ella goza ya junto al Padre, Nosotros agradecemos su labor callada y te enviamos a ti un fuerte abrazo.

Mercedes Castellano

 

 

Rafael. Me uno a los abrazos y oraciones de mis hermanos en la fe. Ahora estoy en Barcelona iniciando mi labor como animador de los Hermanos Mayores que también están en su momento de soledad y sufrimiento. Os tengo a todos muy presente. La experiencia en Parquelagos es insustituible.

Miquel Xancó

 

 

Hola Rafael, me entero ahora de la muerte de tu mujer, Conchita, y acabo de leer la página de su memoria. Siento tu pena y me uno a vuestra oración. Que el Señor, Padre y Madre os la haga sentir muy cercana y con mucha paz porque volvió a la CASA de la que nunca salió. Un fuerte abrazo y gracias por toda tu cooperación en esta web que nos ayuda tanto

Paz Rosales

 

 

Rafael:  Nimia, mi mujer, y yo recordamos a Conchita de la Jornada de Fe Adulta en la que suplía tus fallos de memoria. Ahora que está con el Padre seguro que nos va a ayudar a recordar muchas cosas que no debemos olvidar. Un gran abrazo

Jorge Aragonés y Nimia

 

 

Conocido el fallecimiento de tu esposa, queremos hacerte llegar nuestro acompañamiento ante esta pérdida, nuestro pesar y nuestras oraciones. Un fuerte y fraterno abrazo de

David

Voces cristianas de Sevilla

 

 

Rafael: Desde el Ecuador, adonde llegué de misionera hace 50 años, te quiero acompañar en este dolor, con la alegría y la esperanza de que Conchita  esta con Dios y nos echa una mano... Abrazos y oraciones

Lucia Laiz

 

 

No escribo pero me siento una piña con todos, y más contigo y más en este momento.

Mercè Blancafort

 

 

Estimado hermano Rafael: mi más sentido pésame por el deceso de tu señora, te acompaño con mi unión, cariño y oración, solo te conozco por este gran servicio y bien que nos haces, GRACIAS. Ella ya está disfrutando plenamente de esa plenitud de Dios, espero que vos puedas seguir con el mismo o mayor animo pues ella te ayudara más, aunque de otra manera. Un abrazo fraterno.

Amelia Fernández

 

 

Apreciado Rafael Calvo: Enterada del fallecimiento de su esposa, permítame acompañarle en el dolor y al mismo tiempo darle las gracias por la gran ayuda. que para mí supone "Fe adulta". Sinceramente, ¡gracias mil!

Mª Luisa Asprón

 

 

Hermano Rafael, desde nuestra humilde posición te hacemos llegar nuestro fraternal y mejor abrazo por la reciente pérdida de tu querida compañera Conchita. En nombre  de todos y del mío, te  acompañamos y oramos para que nuestro Padre y Creador te fortalezca y dé consuelo para superar este doloroso momento. Si en algo te somos útiles, aquí están nuestras manos, nuestro intelecto y nuestros corazones para lo que necesites.

José Luis Aníbal Battellino

Consejo Editorial Hombre Nuevo - Córdoba Argentina.

 

 

Amigo Rafael: Semana tras semana veo tu laborioso trabajo de irnos regalando "lo mejor" y, como dices en esa tarea estaba CONCHITA,  tu esposa, y que ahora, dices, VIVE  con el Señor. Me sale un sincero GRACIAS. Por supuesto que me uno a tu dolor y a tu ESPERANZA. Conchita vive porque amó y ama. Es cierto, no la conocía pero ese desglose de "noticias" que nos dais en fe adulta es reflejo de una vida, de una generosidad. Me uno a tu oración POR y CON ella. Atentamente.

Adelaida Alguacil

 

 

Quiero expresar mi cercanía, mi pesar a Rafael por la muerte de Conchita. Abrazo:

Adelaida Castellano

 

 

Me uno de corazón al dolor y la Esperanza por el fallecimiento de Conchita. Que ella, desde Dios, sea fortaleza para todos. Mi oración y un abrazo.

Arantza Azpiazu

 

 

Estimado Rafael. Acabo de enterarme de tu dolor y te mando un abrazo fraternal desde Montevideo, Uruguay

Alice Méndez

 

 

Estoy contigo y rezo.

Ángeles Mera, aci

 

 

Amigo Rafael: Recibe mi más sentido pésame. He leído el texto sobre la muerte de tu esposa y se me han saltado las lágrimas. Tengo muchos recuerdos idénticos y he vuelto a vivir instantes de mi vida junto a la mujer maravillosa con la que estuve casado 23 años tras un noviazgo de siete. En diciembre se cumplirán once años del fallecimiento de la madre de mis tres hijos, cuando tenía 45 años de edad y llevaba seis años y medio con la misma y dura enfermedad. Sé muy bien cómo te sientes, mas somos hombres de fe. Nuestra confianza en Él es absoluta y tanto Conchita como Emilia están en las mejores manos, las de ese Padre del que nos habló Jesús y en quién creemos profundamente. Desde Córdoba, tan cercana a tu Écija natal, recibe un sincero y fraternal abrazo. Que Dios te bendiga.

Antonio Luis Aguilera

 

 

También puedes SENTIRTE ABRAZADO por mí. A todos os considero mucho más que amigos: HERMANOS. .Y mi total solidaridad...

José Moreno

(del grupo Caminantes. Málaga)

 

 

Amigo y hermano Rafael, siento la partida de tu lado de tu mujer y compañera, pero como bien dices, está en buenas manos, las mejores. Y seguirá acompañándote como siempre lo ha hecho. Un abrazo.

Jesús Hernanz

 

 

Saludos Rafael. Desde Málaga queremos trasmitirte nuestro pesar por el fallecimiento de nuestra hermana Conchita. Cuando estuvisteis con nosotros en la Parroquia de Santiago, comprobamos cómo desde un "segundo plano" (al igual que María), ella se preocupaba de cómo estábamos todos los que estuvimos con vosotros en esa reunión. Se interesó por todos y cada uno de nuestros Grupos y Comunidades. Fue muestra de su ternura y siempre la tendremos en cuenta en nuestras oraciones. Sabemos que el Dios Padre la tiene recogida en sus brazos y desde esa inmensa muestra de ternura nos consta que nos ayudará en nuestra tarea por el Reino. Un fuerte abrazo de tus hermanos de Málaga.

Jesús Colmenero.

 

 

Rafael, admirando también tu gran valor para soportar la enfermedad de tu esposa de la que yo y muchos de nosotros no teníamos conocimiento alguno. Con ello nos has dado la mejor enseñanza. Y no hay duda de que ella ya gozaba de la bienaventuranza a través de su misma enfermedad.

Jesús Enrique Ospina

Colombia

 

 

Rafael: De corazón me uno a tu dolor y el de tus hijos. La esperanza nos alienta y GRACIAS por la suerte que has tenido de convivir con Conchita. Un abrazo desde lo más profundo de mi corazón.

Juana María Larrañeta

 

 

Bueno Rafa,  pues un abrazo partido entre la condolencia y la esperanza.

José Ignacio González Faus

 

 

Un abracico especialmente fuerte desde Navarra, Rafael. Y gracias otra vez por vuestro gran trabajo de siembra!!

Juan Gazpio

 

 

Un fuerte abrazo, Rafael, y cuenta con mis oraciones.

José Luis Sicre

 

 

Soy una fiel seguidora de "Amigos De Fe Adulta" Solo quiero asegurarle y decirle que comparto su sentimiento de dolor y también con usted doy gracias por la vida de su esposa , por su entrega . Gracias por hacernos parte de esta noticia. Unidos en el Señor.

Sor  Justina Díez Fernández

 

 

Querido Rafael: soy Ana Mª del grupo de reflexión de Sto. Tomás de Aquino, la que no va casi nunca a las reuniones. Acabo de leer la noticia y me ha conmocionado mucho. A pesar de lo poco que he podido tener contacto con Conchita, desde el primer momento en que la conocí me pareció entrañable, más buena que el pan, cariñosa y de una fe de las que interpelan a los demás. Es de las personas con las que me hubiera gustado profundizar en la amistad. Ahora rezaré por los dos, aunque ella no lo necesita. Recibe todo el cariño posible

Ana María García Otaola

 

 

Me sumo al dolor de todos los que sienten tan lamentable pérdida. Sois un buen grupo de personas y juntos hacéis un trabajo de divulgación del Evangelio realmente extraordinario en esta página de feadulta. Mi oración por Conchita.

Juan Parrilla Canales

 

 

Querido amigo, la pascua de tu esposa y la bendición de los años compartidos sean tu consuelo en medio del dolor de la pérdida. Ya cuentas con tu amada orando por vos en la casa del Padre. ¡Un abrazo enorme!

Virginia

 

 

Querido Rafa: Aún estoy consternada por la desaparición de Conchita. Es muy difícil creer que alguien con tanta vitalidad y alegría se pueda ir. Me hace lamentar no haber sacado tiempo para darla un abrazo.
Ya sabes que salgo poco. La recuerdo mucho cuando me planteo que mi asignatura pendiente es el inglés que, con tanta constancia y tenacidad, se empeñó en aprender. Recibe un abrazo enorme y, ya sabes, los 'mardoninos' estamos aquí para lo que quieras.

Paloma Salvador

 

 

Estimado Rafael, mi más sincero pésame. Considera que ahora tienes alguien más en el cielo para interceder por ti y tu familia. Saludos,

Miguel González.

 

 

Apreciado Rafael: Gracias por compartirnos la Pascua de Conchita: Lo has hecho en una forma tan hermosa, que me reconcilia con la vida misma. Estoy segura que Conchita, sigue acompañándonos y de manera especial en tu ministerio como como un buen comunicador de la Buena Nueva. Bendiciones, con cariño,

Olga Lucia Álvarez Benjumea

 

 

Estimado Rafael: Un abrazo con enorme cariño y agradecimiento. Aunque no tengo el gusto de conocerlos personalmente, me siento ligada a ustedes a través de esta página que llevo tantos años recibiendo. Sé que no hay palabras, pero me uno a las oraciones de todos para que la familia siga con esa paz que en tu escrito trasmites.

Maris Perches de Ramírez

 

 

Gran sentimiento por la muerte de Conchita. Rezo por ella y por ti. Hasta el encuentro definitivo.

Puri Mendoza

 

 

Querido Rafael: acabo de abrir la página de "feadulta" y he leído la noticia que nos das de tu esposa Conchita. La recuerdo muy bien, pues estuve sentada casi a su lado en el salón de actos, en la Jornada de "feadulta" en Madrid. Te acompaño desde la distancia geográfica, en el dolor y en la tristeza, pero también en la certeza de que ella está en la luz, de que es LUZ, y con ella y en ella estamos todos nosotros. Un fuerte abrazo,

Teresa Albasini

 

 

Como te dije en mi llamada por teléfono desde Chicago,  querido Rafael, estamos muy cerca de ti y tu querida familia en estos momentos tan especiales. Conchita está con Dios. Dios está en todas partes, entonces Conchita está cerca y con Papá Dios ayudándonos a todos en la ininterrumpida edificación del reino, es lo bueno. Mi esposa, la asturiana, y toda mi familia  se une a mí para darte el abrazo de familia que ya no se interrumpe. Te queremos y valoramos mucho todo lo que haces por el pueblo de Dios. Con afecto,

Edgard Beltrán y familia

 

 

Querido Rafael: Sentimos mucho la defunción de Conchita. Siempre estará en nuestra memoria. ¿Va a haber algún acto religioso en su recuerdo? Un abrazo,

Mara y José Manuel Martí

 

 

Un abrazo con la "esperanza certa" de un día reencontrarnos en la vida eterna.

Carlos Bascarán

 

 

Celebramos la vida de Conchita y en la oración de comunidad tendremos un recuerdo. En el silencio se acoge el dolor y en las manos de Dios lo ponemos. Un abrazo para toda la familia.

Begoña Barquín

 

 

Querido Rafael: Quiero darte un abrazo muy fuerte y acompañarte con mi corazón en estos momentos de dolor para ti. Lo mismo que estamos unidos a través de esta página que tanto nos ayuda. Sé que tienes una fe fuerte y muchos recursos espirituales para vivir este duelo y sobre todo muchos amigos que como yo, aunque no te conozco personalmente, sí afectivamente pues siempre me has atendido en todo lo que he necesitado. Gracias por comunicárnoslo. Yo también me llamo como tu mujer. Hasta siempre.

Conchita Calderón-Aguilar

 

 

Estimado Rafael. Así es, siente desde Honduras nuestro más sentido pésame y nuestro abrazo solidario que sabemos, nunca llenará el vacío propio de esta experiencia, pero que te sostendrá hasta que lleguen los tiempos de paz y serena certeza de que ella está bien y sigue con nosotr@s. Cuenta con nuestra oración para que el consuelo de Dios no te falte. Cordialmente,

César Espinoza, cmf

 

 

Rafael, con motivo del regreso de tu mujer Conchita a los brazos de nuestro Padre, te mando un abrazo con cariño. Agradezco nos hayas compartido esta noticia. Te conozco a través de la WEB y te agradezco que encabeces este proyecto que nos hace tanto bien.
Saludos desde México,

Elizabeth Blum.

 

 

Querido Rafael: Me uno a tus sentimientos por el fallecimiento de Conchita y rezo para que la amistad con la que te sientes arropado y la fuerza de Dios en ti, te ayuden a vivir esta "separación". Es duro, pero la fe, veo te hace poner en primer lugar el agradecimiento, la acción de gracias por su vida sembrando Vida, repartiendo amor. Me alegro por ello y si en algún momento sientes de otra manera, pues ahí también nos encontramos, el dolor necesita expresarse y la pérdida precisa de un tiempo de duelo.
Agradezco que nos hayas hecho partícipes de la muerte de Conchita a todos los que recibimos la guía semanal de feadulta y me parece espléndida la idea de colgar una página en su memoria. Un abrazo muy grande lleno de afecto.

Consuelo García Vega

 

 

Desde Nicaragua, el abrazo fuerte y fraterno! a Rafael por compartir con todas y todos la pérdida de su esposa Conchita, será la perla preciosa con la que te reencontrarás...tenemos fe! ¿quién dijo que todo está perdido? desde la otra orilla nos seguirá echando una mano....

Pequeña Comunidad de inserción en Juigalpa.

Misioneras de la Doctrina Cristiana

 

 

Que lamentable noticia. Agradecemos mucho, que con todo, nunca dejó de mandar estos comentarios. Que llegue a tener mucha Paz la familia. Con mucho cariño, desde Chile,

Mapy Valdivielso

 

 

Rafael, no te conozco personalmente pero recibo tus mails de feadulta. Gracias por compartir tu dolor, y me uno a ti como hermana en Jesús en la oración y el silencio. Un fuerte abrazo

Marcela Mable Lapalma

 

 

Buenos días Rafael. Me entristece mucho tu gran perdida. Sé que eres un hombre de una gran fe y eso te va a ayudar a superar este momento. Pediré por ella y sobre todo por ti y tu familia, ella ya está gozando y permanecerá a vuestro lado para siempre. Un abrazo

Carmen
Paulinas de Valladolid

 

 

Amigo Rafael, un fuerte y sincero abrazo, en estos momentos de dolor y separación. No pido por Conchita, le pido a Conchita que está ya con Dios.

María Ángeles Prieto

 

 

Estimado Rafael: Desde Arequipa, Perú, recibe un gran abrazo solidario en estos momentos duros. Que el Señor te siga bendiciendo para que sigas dando tantos frutos en su nombre. Muchas gracias por tu trabajo,

Pierina Silvana

 

 

Estimado Rafael: Un abrazo con enorme cariño y agradecimiento. Aunque no tengo el gusto de conocerlos personalmente, me siento ligada a ustedes a través de esta página que llevo tantos años recibiendo. Sé que no hay palabras, pero me uno a las oraciones de todos para que la familia siga con esa paz que en tu escrito trasmites.

Maris Perches de Ramírez

 

 

Mi más sentido pésame. Me uno a vosotros en mis oraciones. Un fuerte abrazo.

Marisa Molinero

 

 

Rafael: recibe desde México un abrazo fuerte, mi oración de gratitud por la vida de Conchita y mis deseos para que tú y tus hijos vayan llenándose poco a poco de esa paz infinita que ahora ella goza en presencia de nuestro Padre infinitamente amoroso.

Salvador Lazcano

 

 

Rafael, aunque no te conozco, estos momentos son tan especiales que quiero hacerme presente. Cuenta con mis oraciones, de corazón! Estoy trabajando en el canal Cristovisión, esta tarde y mañana a las 6 de la tarde de acá, Colombia rezaré por vos y por Conchita. Piensa que "algo de ti", ya está en el cielo!! y que en la oración te sentirás más unido a ella... Rezo mucho por vos. Con afecto fraterno,

Hna Claudia Lessio

 

 

He sentido muchísimo lo sucedido a tu esposa. Deseo estar cerca y acompañarte en este momento de dolor. Ante estos hechos, yo creo que el silencio bien entendido, es la mejor manera de estar cerca. Te mando un beso fuerte fuerte, lleno de cariño,

Izaskun Olarreaga

 

 

No nos conocemos personalmente, pero, te agradezco enormemente el trabajo que haces, y lo que me envías periódicamente. Hace algún tiempo, ofrecí mi finca de Esporles, en Mallorca, para que pudieran reunirse algunos de los que participan en "Fe adulta". No sé si lo recuerdas... Bien, en estos momentos, de especial dolor, para ti y tu familia, aparte de enviarte un fuerte abrazo, te vuelvo a ofrecer mi casa, por si quieres pasar unos días de descanso y meditación. Es una finca especial, que creo que antes o después, debe de presidir encuentros de espiritualidad. Respecto al fallecimiento de Conchita, no se me ocurre decirte nada, que no sepas o no te hayan ya dicho y recordado. Sabemos, que la muerte, es un cambio de "vestido o de instrumento".... que no existe el tiempo... y que nos volveremos a encontrar con los seres queridos. Lo que ocurre, es que cuando nos llega la hora, a nosotros, o los más próximos... nos cuesta recordarlo, y asimilarlo. Un abrazo muy fuerte y a tu entera disposición.

Francisco Roca

 

 

Amigo Rafael Calvo; lamento la muerte de su señora esposa, y elevo mis oraciones para que encuentre pronto consuelo a su ausencia. Reciba mi sentido pésame, y que, el Padre de la misericordia le dé la fuerza necesaria para superar este momento. Mi corazón está con Ud. y su familia.

Rebeca Mendoza
Toronto, Canadá

 

 

Recibe mi sentido y fraternal pésame por el fallecimiento de tu señora: descanse en paz. La recomendaré al Señor en la Eucaristía, Rafael. Un abrazo.

P. Antonio Sizuela

 

 

Desde Pamplona, aunque no te conozco personalmente, un fuerte abrazo, Rafael . Para ti y toda tu familia. Gracias por todo lo que recibo de vosotros. No sabes el bien que nos hacéis!

Ana María Algarra

 

 

Hola Rafael, mi más sentido pésame... Ahora Conchita estará rodeada de sus amigos y familiares y de nuestro queridísimo José Enrique que seguro que le habrá hecho un estupendísimo recibimiento... Un beso muy fuerte para ti y toda tu familia,

Flor Ortega

 

 

Amigo Rafael, desde este "otro mundo", te envío un sincero abrazo de solidaridad y fortaleza. Que el Dios de la Vida te brinde su consuelo maternal. Con afecto

Pedro Fajardo M.

 

 

Mi más sentido pésame y la tendré presente en mis oraciones.
Un fuerte abrazo

Guillermo Vidal de Mesa

 

 

Un abrazo desde México Agradeciéndote Rafael por esta carta de novedades que nos da vida al alma. Un abrazo muy fuerte por la muerte de Conchita. Ya está en el paraíso gozando de la presencia de Dios. Un abrazo

Paty Rivera

 

 

Estimado Rafael, Soy Miguel Ángel, del coro que cantó en el encuentro de Feadulta del año pasado. Leo, en tus propias palabras, la noticia de la muerte de tu mujer. Lo siento. Mucho. Escuché decir una vez a José Carlos Bermejo, de los Camilos, que "de Dios salimos y a Él volvemos" y me parecen las mejores palabras, en estos momentos. Un abrazo fuerte para ti y para tu familia.

Miguel Ángel Álvarez

 

 

Amigo Rafael: las palabras se quedan cortas, muy cortas, ante el dolor por el fallecimiento de Conchita. Sólo me queda mandarte un muy fuerte abrazo, y mi oración, no por ella que ya no lo necesita, sino por los que quedan. Con todo mi cariño y agradecimiento.

Julio Glez. del Tánago
Capellán C.M.U.Chaminade

 

 

Querido Rafael. Desde Taiwan, China, nos unimos ti y tu familia y amigos y amigas en ese dolor compartido y aunado en un solo AMOR. Nosotros los casados sabemos que nunca podríamos alcanzar a ser lo que somos sin esa ayuda y compañía de una buena esposa. Tu trabajo y apostolado ha sido magnífico y extenso. Cada semana gozamos tus mensajes y los de tus compañeros y colaboradores, que cada día son más. Diles a Florentino y a Salomé que después de tu introducción son ellos dos los que gozo por delante. Mil gracias por proporcionarnos suficiente estupendo material para una semana de retiro casero. Abrazos muy afectuosos

Pancho y Ana Borboa

 

 

Querido... queridísimo Rafael... ¿qué decirte? Te daría un abrazo fuerte, silencioso, hondo, tierno y sustentador. De hecho, te lo doy aunque sea virtualmente y te lo doy en mi oración. A ti y a los tuyos. En cuanto tenga un ratico te llamo... si no me dices lo contrario porque estés cansado de teléfonos y palabras. Lo entiendo... lo entiendo muy bien... lo de no querer que sea triste... pero es que lo es... el dolor duele... y ni el mismo Dios se libra de eso... de doler nuestros dolores. Te deseo que lo sientas cercano acompañando y compartiendo ese pesico, esa tristeza y también esa alegría serena de ser consciente del inmenso regalo que has tenido en tu vida y que tienes en tus hijos, que son también parte de Conchita. Gracias por compartirte y por compartirnos a la que intuyo era y es y será tu almica gemela. Ella descansa en el mejor Regazo y ese Regazo, está también en ti. Ahí mismo la tienes... cerquita... dentro de tu corazón para siempre. Que sea tu fuerza, tu alivio, tu alegría. Que sientas siempre a Dios y en Él a Conchita acompañando tu vida y animándote a "alearnos" a todos. Comparto tu dolor y celebro también contigo tanto AMOR en tu vida. Un abrazo inmenso y tierno y otro de parte de Teresa Nécega que me ha pedido que te mande uno especial.

Salomé Arricibita

 

 

No me hace falta conocerte para compartir contigo una ausencia llena de esperanza. Me siento muy agradecido por la labor que lleváis a cabo y seguro que Conchita nos acompaña en nuestros esfuerzos.
Fuerte abrazo a ti y familia.

Jon Etxebeste

 

 

Querido Rafael: Recuerdo aquella ocasión, en uno de mis viajes a Madrid, en que traté de ponerme en contacto contigo para ir a conocer a Fray Marcos. No pudo ser, pero eso no implica que no me encuentre cerca en los momentos del dolor humano y también de la alegría y la esperanza. Te deseo paz y serenidad, porque tu querida Conchita ya lo tiene TODO.

Eduardo García Berenguer

 

 

Querido Rafael: Por tu envío semanal de Fe Adulta, llegado esta madrugada, me entero de la partida de tu querida esposa, Conchita. Estoy muy cerca de ti y agradecidísimo por el buen trabajo de ambos a través de Fe Adulta. Un abrazo,

José Ellacuría

 

 

asuncion

En qué buenas manos está ahora...Un abrazo lleno de cariño,

Dolores Aleixandre

 

 

Querido Rafael. Acabo de saber que Conchita se nos ha ido y deseo expresarte mi afectuoso recuerdo de una mujer maravillosa. Llevo desde el domingo en Loyola, acompañando a Alfredo Tamayo, un querido profesor jesuita, que finalmente murió ayer. Hoy será su funeral aquí, en el corazón de Guipúzcoa. A ver si este fin de semana puedo darte un fuerte abrazo.

Ramón Estévez

 

 

Hola, Rafael: Me acordaré de Conchita en la oración y de ti y vuestros hijos más aún pues ella, como tú dices, "ahora disfruta de Dios". Gracias por compartir desde FEADULTA con tanta libertad y confianza la página de su memoria. Un abrazo muy grande,

Mari Paz López Santos

 

 

Estimado Rafael, aunque no nos conocemos, quiero unirme a ti y a toda tu familia en estos momentos dolorosos, os tendré muy presentes. Con mi agradecimiento por los envíos que nos haces todas las semanas. Un abrazo:

Clara E. Iváñez

 

 

Mi querido Rafael...mi querida familia... No me había enterado...y lo siento, lo siento mucho y sufro y agradezco con vosotros... Tuve la suerte de conocer a vuestra esposa y madre en aquella entrañable jornada de Fe Adulta... Sólo crucé tres palabras con ella pero la observé una y otra vez... Me gustó conocerla, igual que conoceros a vosotros, me gustó también todo lo que transmitía con sus gestos, la expresión de su rostro, con sus manos... Y ahora cuando pienso en ella siento que ha sido un "susurro de Dios"... Un abrazo enormísimo para todos y cada uno de vosotros. Tened la certeza de mi cariño y de mi oración.

Vicky Irigaray

 

 

Buenos días, Rafael: acabo de leer "No podemos contrariar al otoño," cuando llegue. Si no hay arriba y abajo, todo está aquí. Aquí está Dios: en nosotros y en lo que nos rodea. Somos espíritu y materia, materia divina. Nada es nuestro, ni la vida. ¿Qué hemos hecho para vivir? Gratis se nos dio. Te acompañamos, tristes contigo y esperanzados. En fin, un fuerte abrazo. Y muchísimas gracias por el trabajo de elegir textos tan oportunos cada semana.

Ovidio Fuentes.

 

 

Querido Rafael: Acabo de enterarme, por tu envío, del fallecimiento de Conchita. No sabía que estuviera enferma. Os tengo presentes, y te envío un abrazo muy fuerte, con todo deseo de Paz en tu ser,

Enrique Martínez Lozano

 

 

Querido Rafa. Tenía el propósito de acercarme un día para disfrutar de la compañía de Conchita, pero me retrasé demasiado y ahora lo siento. Me alegro de haberla conocido, de ella se me ha quedado grabada su sonrisa y su visión positiva de la vida. Espero que puedas venir pronto por la comunidad de Santo Tomás para darte un abrazo y compartir contigo su memoria. Un abrazo con mi cariño

Amelia Tito

 

 

Querido Rafael: Habiendo transcurrido las primeras veinticuatro horas desde el entierro, parecería lo normal llamarte por teléfono y expresarte de palabra nuestro pesar y acompañamiento. Pero hemos pensado que eso lo haremos pasados unos días, en que no tengas tantas llamadas como seguro tienes hoy y estos días inmediatos. Alguien de nuestro común Grupo te diría que estamos estos días sin coche por haberlo prestado a una hija que tiene el suyo averiado, con lo cual nos encontramos como recluidos aquí en Torremocha. Prácticamente imposible trasladarnos fuera y menos a una zona que no es Madrid capital, donde tenemos servicio de autobuses. Eso explica que no hayamos estado presentes ni en el tanatorio ni en tu casa ni en el cementerio. Pero sabes muy bien que os hemos acompañado en todo momento. Lo cierto es que, a pesar de verse venir, la muerte de Conchita nos impactó tremendamente y la lloramos de verdad. Y es que cuando una persona era como ella era, tan simpática, cariñosa, abierta, generosa... su desaparición causa mayor dolor. Así imaginamos que te ocurrirá a ti en grado superlativo y a tus hijos. Por eso lo único que nos cabe es uniros a vuestro gran dolor con el propio nuestro y, como creyentes que somos todos, esperar que el Padre ya la tiene consigo y que habrá alcanzado su plenitud y su felicidad eterna. Ahora que ella ruegue por nosotros, más que nosotros por ella. Recibe un gran abrazo con todo nuestro cariño.

Jaime Beneyto y Pilar

 

 

Querido Rafael: Me siento muy cerca de ti, y me gustaría darte un abrazo muy largo y poder consolar un poco tu inmensa pena. La hago mía. Y hago mía la esperanza de la Vida de Conchita. Que la gratitud de haberla tenido durante tantos años alivie el dolor de haberla perdido ahora en su preciosa presencia física. Que te sientas acompañado siempre por ella en la Gran Presencia. Un abrazo grandísimo.

José Arregi

 

 

Acabo de recibir la noticia de que Conchita ya está con Dios. Por ella me alegro, ¡ya nació de verdad! Por ti lo siento profundamente y te acompaño con mi cariño y oración. Hoy más que nunca SHALOM! La Paz de Jesús, que es la de Conchita ahora, esté en tu corazón y en tu alma. Estoy segura de que Conchita desde Dios te sigue acompañando, la vas a sentir contigo, lo vas a experimentar! Cuenta con mi apoyo de fe y de cariño de amiga. La distancia no importa, me siento muy cerca de ti y de tu familia. Un gran abrazo como los que daría Jesús a sus amigos más íntimos. Shalom,

Elisa Pinzón

desde Chicago, IL

 

 

Rafael, majo, lo siento un montón y espero que ella te de toda su fuerza y apoyo, desde la mesa camilla del Padre, donde aún será más cómplice tuyo en esta tarea ciber-apostólica. Me alegra que te quede el regusto de haberla despedido bien, con todos alrededor. Que te duela poquito o no te pese demasiado el duelo, para que puedas seguir estando vivo y activo, como a ella le gustaría. Un abrazo y felices sueños.

Mari Patxi Ayerra

 

 

Rafael, sentimos mucho la muerte de Conchita. El vacío de la pérdida no se puede llenar con nada, pero en tu caso sabemos que la fe te ayudará a sobrellevar el dolor y convertirlo en esperanza. Un fuerte abrazo

Rafa Díaz Arias y Mari Carmen

 

 

Mi querido Rafa: Anoche nos enteramos del paso de Conchita a la Casa del Padre. De sobra sé que la ausencia duele pero tú siempre le demostraste lo importante que era para ti y el recordar eso te puede reconfortar. Ella ya cumplió su misión, mientras sigamos aquí, si necesitas hablar, rezar, puedes contar con nosotros. Os tenemos presentes. Un abrazo, con mucho cariño

Mariló Merino

 

 

Hola Rafa, acabo de recibir la noticia del Consejo sobre el fallecimiento de Conchita. Cuánto lo siento! Yo creía que había superado la enfermedad y al estar fuera bastante tiempo no había tenido noticias vuestras. La vida es una experiencia bien rara a veces. Uno se pregunta por qué fallecen con premura las personas valiosas y no nosotr@s. No hay palabras que valgan pero tenemos la esperanza de fe en la resurrección. Un abrazo fuerte de Mercedes y mío,

Hugo Castelli

 

 

Querido Rafael: Un abrazo en este momento doloroso. Recordamos a Conchita y pedimos por ella, por ti y por toda tu familia y allegados:

Alfonso de la Puerta González-Quevedo

 

 

Acabamos de venir del tanatorio de ver a Rafael. Está muy afectado pero fuerte de ánimo porque le reconforta mucho la forma en que se ha ido Conchita. Ha sido esta mañana en el preciso momento en que terminaban de darle la Extremaunción, ella estaba medio consciente pero sabía que estaban allí todos sus hijos acompañándola. De repente dejó de respirar, sin estertores ni angustia, simplemente dejó de respirar. La incineración será mañana a las 16,45 pero no será en Las Rozas, sino en el crematorio de Pozuelo. Un abrazo a todos,

Mayte Muñoz.

 

 

Querido Rafael, me acaban de enviar desde la comunidad la triste noticia del fallecimiento de Conchita, sabemos que todos tenemos un común destino de amor, y también que la pérdida de un ser tan querido como la propia esposa es muy dolorosa, te envío mis oraciones y mis deseos de fortaleza y consuelo con un fuerte abrazo de tu compañera de Comunidad.

Lucía Caso

 

 

Queridos/as comuneros/as: En este día en que hemos celebrado en la comunidad la humanidad de Jesús, que como tal murió, nos llega la triste noticia del fallecimiento de nuestra querida comunera y amiga Conchita Torrejón, esposa de Rafael Calvo. Nos consuela saber por nuestra fe que ha resucitado junto a Jesús, pero nos queda la tristeza de no poder tenerla más entre nosotras/os. Desde el consejo, en nombre de toda la comunidad le enviamos a Rafael y a sus hijos un fuerte abrazo.

El Consejo de la Comunidad Santo Tomás de Aquino