Habrá un día en que todos, al levantar la vista,
veremos una tierra, que ponga libertad...
También será posible que esa hermosa mañana
ni tú, ni yo, ni el otro la lleguemos a ver
pero habrá que forjarla para que pueda ser

JOSÉ ANTONIO LABORDETA
Canto a la Libertad

Soñamos el sueño de Dios. Un Reino de justicia y de igualdad a su manera, no a la nuestra. Un Reino de hermanos y de paz. Y nuestra parte en ese Reino es sembrar para que pueda ser.

Quizás la realidad nos desanima, nos invita más a ir cada uno a lo nuestro, pero sólo hay que mirar bien para ver los destellos de ese Reino, en los ojos de los demás, en las vidas que viven para otros, en las manos extendidas, en el amor que todos necesitamos y buscamos. En Jesús, que vivió su vida sembrando el Reino y amando hasta el extremo.

Yo sueño con ese Reino. Creo en ese sueño. Espero en ese sueño y quiero aprender a sembrarlo con Amor, sin miedo, y sin pretender hacer mío el fruto.

Esa es la mañana que debemos forjar para que pueda ser, eso es resucitar, creer en que el bien siempre podrá sobre el mal, que Dios es un Dios de vivos, que el Reino es de Vida y es ya hoy. Es la mañana que forjó Jesús para nosotros, que nos posibilita resucitar cada día, y en cada pequeña muerte.

Eso lo que quiero vivir esta Semana Santa. Esa es la esperanza que quiero forjar con mi vida a cada paso, y en cada circunstancia, con Jesús, abriendo camino casi siempre contra corriente y mostrándonos el modo de forjar la vida para que pueda ser.

PALABRAS PARA FORJAR LA ESPERANZA DE LA RESURRECCIÓN

DOMINGO de RAMOS: ACOGER

ACOGER ES FORJAR VIDA PARA QUE PUEDA SER. Acoger es una palabra que escuchamos mucho últimamente. Una palabra de esas que utilizamos y quizás como tantas otras (amor, paz, igualdad, hermandad...) acabe perdiendo su brillo por el desgaste de acostumbrarnos a ella. Miles de refugiados, desplazados, empobrecidos que lo han perdido todo por las ideas, fanatismos y "epulonismos" de otros y también nuestros. Y nosotros al otro lado de las vallas, en una seguridad que creemos legítimamente conseguida, sin duda queremos acoger, sin duda se nos rompe el corazón, sin duda no sabemos qué hacer.

Cada uno puede encontrar su modo,  y eso es lo importante, no el tamaño de lo que hagamos. La vida se forja como una red, con pequeñas cosas y pequeños gestos en nuestro día a día que se contagian y se extienden imparables, generando más vida a su paso. Siempre podemos acoger.

Acoger es una actitud. Vivir en acogida cambia nuestro entorno porque cambia corazones, y todo suma, todo es siembra, toda bondad forja vida.

Acojamos a Jesús como fue acogido en Jerusalén, recibiendo bendiciones, con gratitud, alegría, cantos y danzas. Acojamos la vida para forjarla, acojamos la alegría para contagiarla, acojamos el miedo para vencerlo, acojamos la impotencia para descansarla en Dios, acojamos la realidad para mejorarla con pequeños gestos, acojamos a los otros porque somos familia. Acojamos.... porque ACOGER ES FORJAR VIDA PARA QUE PUEDA SER.

BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR
HOSANNA EN EL CIELO (bis)

Salomé Arricibita

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