¿QUIÉN ES JESÚS?
Julián Mellado1. Si empezamos diciendo que "Jesús es Dios", significa que ya sabíamos "cómo es Dios" y entonces se lo aplicamos a Jesús. Es decir que en realidad él no reveló nada de nada.
La segunda dificultad estriba en la palabra "es".
En el mundo semita significaba mas bien actuar como. Entonces es como decir que Jesús "dioseaba" (perdón por el término, es solo para entender el matiz). Al ver a Jesús, se discernía cómo era Dios.
En el mundo helenista, "es" tiene que ver con "sustancia" y "esencia". Cuando los cristianos griegos elaboraron sus teologías, tomaron la idea helenista, no la semita.
2. ¿Un profeta? Pues sí y no. Profeta lo era, está claro. Pero a un profeta se le escucha. A Jesús se le escucha y se le sigue. Es decir que hay un "además". Los profetas daban un mensaje, pero este era independiente de su persona. Con Jesús es diferente. Su Persona y su mensaje no se pueden separar. Así que podemos apuntar que es más que un profeta. Sigamos.
3. Ahora la gran pregunta. ¿Qué es Dios? ¿Podemos dar una definición exacta o una descripción? ¿No sería mas bien una palabra que damos al misterio que nos habita? El inefable. Percibimos una Presencia e intentamos representárnosla de diferentes maneras. Jesús nos desvela que es Abba, la Fuente de la vida, del amor y del ser. No lo demuestra, pero lo muestra. Por lo tanto Jesús desvela, digamos, lo divino. A partir de él, Dios, sea la representación que uno se haga, deberá ser pensado en términos de compasión y bondad. Pero también debemos tener en cuenta que Jesús habla de Dios como un judío del siglo I, de acuerdo a las representaciones vigentes de su cultura.
4. Jesús encarna al hombre. Muestra lo que es la plenitud del ser humano. Y curiosamente, cuando el hombre es profundamente humano, transparenta lo divino. Cuando vivimos los valores de Jesús, Dios acontece.
5. Quizás podría ser una manera de hablar de la divinidad de Jesús, la cual no estaría en su naturaleza (imposible de saber) sino en su Significado. La Fuente, el Misterio, el Abba, la Experiencia Fundante, ha sido desvelada, gracias al Nazareno como Bondad, Compasión, Justicia, libertad...
6. Jesús es singular en sí mismo. Por la manera en que abre caminos de humanización. Es fermento de una nueva manera de ser. Así que, aunque dice cosas que ya fueron dichas (Hilllel), la manera en que lo dice y lo practica le hace único. Hasta dar su vida. Es el Hombre Libre y Liberador.
7. Es singular en la manera que entendió al ser humano. Derribó barreras de sexo, religión, estatus social. Dignificó a la mujer, al pobre, al niño, al extranjero, al pagano. Le dió la vuelta a todo. Pulverizó las representaciones que se tenía sobre Dios, sin dar ni una sola definición de Él.
8. Podemos afirmar como cristianos que Jesús es la Luz y que el que le sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. (Jn 8,12)
9. Quizás nuestros dogmas y tradiciones han tapado, sepultado al Jesús de verdad, y lo ha convertido en alguien irreconocible. Sigamos preguntando. ¿Qué pensaba Jesús de sí mismo? Leamos Marcos 10:18 "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino solamente Dios". Un texto que complicó mucho a los cristianos, y que se trató de domesticar en Mateo 19.
En el Nuevo Testamento se da un proceso de divinización, porque era lo normal en el siglo I. Se divinizó a emperadores, filósofos, bienhechores, poetas. Cuando en Juan 20, Tomás dice 'Señor mío y Dios mío', eran los títulos que se otorgaban a Domiciano. Es significativo que el evangelio es contemporáneo de ese césar. ¿Qué quiere decir el texto? Pues que la Divinidad no estaba encarnada en el poderoso césar, sino en un campesino asesinado en una cruz. Todo cambiaba. Hoy sigue siendo un escándalo.
10. Resumiendo:
- No sabemos qué es Dios. Pero lo podemos identificar con la Bondad, la Compasión, la Justicia, y la Libertad, y experimentarlo como una Voz, un Aliento, una Fuente interior, un Abba, esa extraña presencia.....
- Lo aprendemos de lo que nuestro Maestro Jesús de Nazaret nos ha desvelado, y del cual nos fiamos.
- Cuando los hombres siguen a Jesús (o practican lo que dice) lo Divino acontece. Y lo humano también.
Debemos re-suscitar a Jesús en nuestra sociedad porque él vive en nuestros corazones, y sigue siendo el mismo aunque no lo mismo. Su presencia es diferente.
Pero todo lo dicho no son más que balbuceos. Se puede y se deben decir muchas más cosas de Jesús de Nazaret. Pero sea como sea que expresemos nuestro encuentro con él, lo cierto es que fuimos transformados, y ya nada siguió siendo igual.
Julián Mellado