HECHOS
4, 33
Los apóstoles daban testimonio
con gran poder de la resurrección del Señor Jesús.
5, 12
Por mano de los apóstoles se
realizaban muchas señales y prodigios en el
pueblo...
5, 26
Entonces el jefe de la guardia
marchó con los alguaciles y les trajo, pero sin
violencia, porque tenían miedo de que el pueblo les
apedrease.
27
Les trajeron, pues, y les
presentaron en el Sanedrín. El Sumo Sacerdote les
interrogó
28
y les dijo: « Os prohibimos
severamente enseñar en ese nombre, y sin embargo
vosotros habéis llenado Jerusalén con vuestra
doctrina y queréis hacer recaer sobre nosotros la
sangre de ese hombre.»
29
Pedro y los apóstoles
contestaron: « Hay que obedecer a Dios antes que a
los hombres.
30
El Dios de nuestros padres
resucitó a Jesús a quien vosotros disteis muerte
colgándole de un madero.
31
A éste le ha exaltado Dios con
su diestra como Jefe y Salvador, para conceder a
Israel la conversión y el perdón de los pecados.
32
Nosotros somos testigos de
estas cosas, y también el Espíritu Santo que ha dado
Dios a los que le obedecen. »|v33 Ellos, al oír
esto, se consumían de rabia y trataban de matarlos.
12, 1
Por aquel tiempo el rey
Herodes echó mano a algunos de la Iglesia para
maltratarlos.
2
Hizo morir por la espada a Santiago, el hermano de
Juan.
He conservado la numeración de
capítulos y versículos para que quede claro el
puzzle que se ha hecho para componer este texto. De
esta manera, procurando aplicar a la fiesta de
Santiago cualquier textillo aislado, se ha
construido un texto en el que cada fragmento queda
descontextualizado y resulta prácticamente
ininteligible.
Es ejemplo puro y duro de la
falta de respeto del que lo haya compuesto para con
el texto auténtico y, en resumen, para con La
Palabra.
Curiosamente, Santiago hermano
de Juan no aparece en los Hechos más que dos veces:
en 1,13, cuando enumera los miembros de la primera
comunidad, y el que estamos leyendo. Esto podría
interpretarse como muestra de que Santiago tuvo
poquísima importancia en la primera comunidad, pero
incluso esta afirmación sería excesiva.
De todas formas, el
texto/puzzle que se nos ofrece tiene la intención de
mostrar que loa apóstoles daban testimonio de Jesús
valientemente, que obedecían a la palabra de Jesús
como Palabra de Dios mismo, incluso contra la Ley
antigua y los mandatos de las autoridades legítimas
(aunque corruptas) de Israel, y que tuvieron que
sufrir por ello y lo hicieron valerosamente.
Merece la pena resaltar algunos
párrafos:”queréis hacer recaer sobre nosotros la
sangre de ese hombre”. Predicar en nombre de Jesús,
el crucificado, significaba proclamar la injusticia
de su muerte y por tanto la culpabilidad de los
jefes, no simplemente por ejecutar a un inocente
sino por rechazar el Enviado de Dios.
“”Hay que obedecer a Dios antes
que a los hombres.” Proclamación de que entienden a
Jesús como Palabra de Dios, Ley de Dios. Esta frase
es la base de toda objeción de conciencia, y en este
caso se hace (repito) incluso contra la Ley antigua
¿de Dios?) y los mandatos de las autoridades
religiosas legítimas.
Y finalmente, una frase para
construir una sana cristología:
“El Dios de nuestros padres
resucitó a Jesús a quien vosotros disteis muerte
colgándole de un madero. A éste le ha exaltado Dios
con su diestra como Jefe y Salvador…”.
(“Dios ha exaltado a Jesús”,
¿puede entenderse como “Dios ha exaltado a Dios”?)
Pero no es cuestión para entrar en ella en esta
ocasión.
2
CORINTIOS 4, 7-15
Este tesoro lo llevamos en vasijas de barro, para
que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de
Dios, y no proviene de nosotros.
Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan,
estamos apurados, pero no desesperados; acosados,
pero no abandonados; nos derriban, pero no nos
rematan; en toda ocasión y por todas partes,
llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que
también la vida de Jesús se manifieste en nuestro
cuerpo.
Mientras vivimos, continuamente nos están entregando
a la muerte por causa de Jesús, para que también la
vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
Así, la muerte está actuando en nosotros y la vida
en vosotros.
Todo es para vuestro bien. Cuantos más reciban la
gracia, mayor será el agradecimiento, para gloria de
Dios.
Es un texto escrito para
confortar a los que sufren por su fe, y no necesita
más explicación.
‘Llevamos la muerte de Cristo’
es una manera de expresar que si Jesús sufrió por el
Reino, los que le siguen también sufrirán. Las
formas de expresarlo nos resultan confusas porque
apenas participamos de sus modos de entender al ser
humano (la carne/el espíritu…) Pero el mensaje de
fondo es absolutamente claro.