LA ORACIÓN     

                             
                               cristianos siglo veintiuno
ÍndicePágina Principal

 

 


     ORACIONES EVANGÉLICAS

  

 

EVANGELIO DE MATEO

Traducción de Juan Mateos.

 

Dijo Jesús: Vosotros rezad así.  

Padre nuestro del cielo,

proclámese ese nombre tuyo,

llegue tu reinado,

realícese en la tierra tu designio del cielo;

nuestro pan del mañana dánoslo hoy

y perdónanos nuestras deudas,

que también nosotros perdonamos a nuestros deudores;

y no nos dejes ceder a la tentación,

sino líbranos del Malo.

Mt 6:9

 

 Se le acercó un leproso, y se puso a suplicarle.

Señor, si quieres puedes limpiarme.

Mt 8:2

 

 El ruego del centurión de Cafarnaún.

Señor, mi criado está echado en casa con parálisis, sufriendo terriblemente.

Mt 8:5

 Jesús le contestó: -Voy yo a curarlo.

La réplica del centurión.

Señor, yo no soy quién para que entres bajo mi techo,

pero basta una palabra tuya para que mi criado se cure.

Mt 8:8

 Le dijo un letrado.

Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.

Mt 8:19

 Los discípulos despertaron a Jesús gritándole.

¡Sálvanos, Señor, que perecemos!

Mt 8:25

 Un personaje se puso a suplicarle.

Mi hija acaba de morir; pero ven tú, aplícale tu mano y vivirá.

Mt 9:18

 Exclamó Jesús.

Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque,

si has escondido estas cosas a los sabios y entendidos,

se las has revelado a la gente sencilla.

Sí, Padre, bendito seas, por haberte parecido eso bien.

Mt 11:25

Pedro empezó a hundirse y gritó.

¡Sálvame, Señor!

Mt 14:30

 Los de la barca se postraron ante él.

Realmente eres Hijo de Dios.

Mt 14:33

 La mujer cananea le suplicaba.

Señor, Hijo de David, ten compasión de mí.

¡Socórreme, Señor!

Mt 15:22-25

 Simón Pedro tomó la palabra.

Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.

Mt 16:16

 Se le acercó un hombre y le dijo de rodillas.

Señor, ten compasión de mi hijo,

que tiene epilepsia y sufre terriblemente:

muchas veces se cae en el fuego y otras muchas en el agua.

Mt 17:15

 Le dijo el jovencito.

Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno

para conseguir vida definitiva?

Mt 19:16
 

 Al pasar dos ciegos le piden a gritos.

Ten compasión de nosotros, Hijo de David.

Mt 20:30

Jesús les dijo: ¿Qué queréis que haga por vosotros?

Mt 20:32

Los ciegos le contestaron.

Señor, que se nos abran los ojos.

Mt 20:33

 La gente que iban delante y detrás gritaban.

¡Viva el Hijo de David!

¡Bendito el que viene en nombre del Señor!

¡Sálvanos desde lo alto!

Mt 21:8

 Le enviaron a sus discípulos y le dijeron.

Maestro, sabemos que eres sincero

y que enseñas el camino de Dios con verdad;

además, no te importa de nadie,

porque tú no miras lo que la gente sea.

Mt 22:16

 Había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco.

Señor, cinco talentos me dejaste;

mira, he ganado otros cinco.

Mt 25:20

La promesa de Pedro y los demás discípulos.

Aunque tenga que morir contigo, jamás renegaré de ti.

Mt 26:35

 Cayó rostro en tierra y se puso a orar.

Padre mío, si es posible, que se aleje de mí ese trago.

Sin embargo, no se haga lo que yo quiero,

sino lo que quieres tú.

Mt 26:39

Oró por segunda vez.

Padre mío, si no es posible que yo deje de pasarlo,

realícese tu designio.

Mt 26:42

 Gritó Jesús muy fuerte.

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

Mt 27:46